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142 LA BELLAEASO tendiendo y moviendo los brazos, hizo el gesto de quien toma á los demás por testigo de su manse– dumbre, inconsideradamente puesta á prueba. y á media voz, dijo: - Los jesuitas son el termómetro de la majade– ría anticlerical. Barkaiztegi, temeroso de que surgiera la fastidio– sa y sempiterna disputa, alzó la voz, y prosiguió: -A mi juicio, el triunfo que arrastraba en esta baza lo poseía nuestro futuro Presidente del Sena– do, D. Fernando de Lekuona. Se ha mantenido im– penetrable á la curiosidad de los que iban á sonsa– carle..... entre ellos yo; pero bajo manga..... -Es muy diplomático D. Fernando! - Por eso va á la embajada de Londres. - Cómo! el puesto que le reservaba el Ministe- rio es el que dije antes. -Es noticia de última hora. La acabo de leer en la tablilla de El Eco de Guipúzcoa..... Al Senado va Azkarraga..... -E ste bueno de D. Tomás siempre nos trae la noticia fresca-dijo Pomés dando palmaditas sobre el muslo disformemente grueso del cachalote. Elosegi, muy ufano, ahuecó la voz y dijo: -Aun tengo otra noticia,pero de índole reservao... -Que la cuente, que la cuente!-gritaron á com- pás los "perros sabios,,, pegando con las cucharillas en las tazas, como los antiguos germanos sobre los escudos. -Si me dan palabra de no contar ..... - Hombre, sí, sabido! El cachalote bajó la voz: -Lo s incondisionales no tragan la píldora; ahora mismo, en casa de Zu.biaur, selebran junta. Arditu– rri, el conde y ésos..... van á protestar; enviarán una comisión á Madrid, .:í darse de baja si no les atienden; echan rayos y sentellas.....