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140 LA BELLAEASO aquí tienes veinte pesetas que le he ganao, por apuesta, á Bizkarrondo: él que no, yo que sí, desía– mos. Al entrar me las pagó. Tomás Elosegi hizo saltar, en la palma de suma– no morcilluda, cuatro duros de plata flamantes. -Al extremo de apostar llevaron ustedes la por– fía?- preguntó el general Pomés sorprendido. -O h! ésta no ha sido la única- contestó Bar– kaiztegi.-El pueblo seguía con interés las peripe– cias de la lucha intestina..... Ps! acontecimientos de campanario! En resumidas cuentas á nadie le im– porta un comino la personalidad del alcalde,excep– tuados el cacicato conservador y los amigos de los candidatos. En toda lucha hay víctima; el caso es reírse de ella. -Yo me he llevao chasco, lo confieso. En cuan– to Montilla hiso las pases con Si!vela, quinse días antes de caer Sagasta, dije, y conmigo media siu– dad: "A D. Víctor le tendremos.,, Pero Montilla no entró en el Ministerio, y dije: "A D. Víctor le han birlao la vara.., Estas palabras de Artola fueron coreadas por los "y yo también,, de la mayoría de los tertulia.nos. - Por qué se la habían de birlar? Dispensen us– tedes mi pregunta...... no estoy al tanto de la políti– ca casera..... -Es muy sensillo, mi general-contestó Sarale– gi.- Porque á D. Víctor se la tienen jurada los con– servadores ortodoxos, los incondicionales ó leales, según ellos se llaman. Éstos no quieren que se fu– me la breva un disidente. Tenían candidato propio. -Que lo era conjuntamente de las señoras de la Tertulia azul-dijo Barkaiztegi, con una parca sonrisa á la inglesa. -L a Tertulia azul ..... Qué son esas señoras? -Unas fatuas-contestó Pantaleón Iturria. -Esas señoras-prosiguió Barkaiztegi-forman
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