BCC00R49-5-16-1700000000000000410
88 LA BELLAEASO Buena gente; ella baskongada, como nosotros· antes estaban unos castellanos; él un viejo, con ~uchas toses, sin alentar andaba, de los tclegrafos ó así; la mujer chica joven; por dineros casaría aquélla, sí.... Digo marido y mujer; si serían, pues? Ustedes de otras tierras, no hay que piar mucho..... No empade usted, hombre, tampoco digo por malas partes. Mientras duró el guiso no calló un minuto andre Joshepa. Pasó revista á los vecinos de la casa y de las inmediatas, y á su vida y milagros. Según cos– tumbre, hablaba muy aprisa, saltando de un asunto á otro con chistosa incoherencia. Cuanto más se alargaba el monólogo, tanto más incorrecto y salpi– cado de vocablos baskos era su castellano. Laju– mera supuso ·que á lo último acabaría por decirlo todo en baskuenze. -¡ Turrones, señora Josefa! la buena lavandera hace la buena colada! No quedó trapo ni trapito en el barrio por salir al arroyo. Andre Joshepa admitió como elogio la exclama– ción de Lajumera, y se echó á reir. - Qué le parese, hombre, que somos siegas, sor– das? Hay que conoser á la gente, hay que conoser... Tornó á sentarse y reanudó su interrumpida la– bor de calceta, en la cual los dedos se mostraban tan ágiles como la lengua en la conversación. Peri– co seguía con la vista sus movimientos. Deseaba hablar de Tomasha y sus relaciones con Luis, mas no corría el riesgo, por captarse la buena voluntad de la andre, de darle uno de esos disgustos que vuelven antipático? Por otra parte, ocultar una co– sa que, en resumidas cuentas, había pasado á ser del dominio público, se compaginaría con las pro– testas de fina amistad que, cuantas veces viniesen á pelo, pensaba hacer para abrirse camino? Estiman– do que la última frase de andre J oshepa convidaba á enjaretar su revelación, acabó de decidirse.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz