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A. CAMPIÓN 85 demostraban: una especie de padre de sus obreros, cuyo amor merecía y obtenía. La táctica impuesta á los cabecillassocialistas por los "grandes intelectua– les de Alemania y Francia,,, por los "sabios,, de .la democraciasocial, pide difundir siempre el descon– tento entre los "asalariados,,, no consentirles que se duerman en las dulzuras de la apetencia satisfecha, narcótico de la lucha de clases. Conviene que las pretensiones del proletariado caigan en el tonel sin fondode las Danaides, de suerte que el combate sea eterno y la victoria incompleta: obtenida la luna, habría que pedir las estrellas . Lajumera repasaba la lecciónmientras los aserradores ponderaban el "al– truismo,,de Arzelus, é iba á replicarles y contrade– cirles cuando Pachika se le acercó y le invitó, por orden de su madre, á ir á la cocina.-Luego ú ma– ñana proseguiremos. No es oro todo lo que reluce, ni en su caso es todo el oro á que tenéis derecho. Os da de lo vuestro, de lo que os deja de pagar.– dijo Lajumera al despedirse, desentendiéndose de la cuestión social común por la suya propia. Andrejoshepa, sentada al .mostrador, porque eran los lunes días de escaso cocineo, se levantó al aproximarse Lajumera y le recibió con una sonrisa afectuosa. -Hombre, éntrese usted; ahí dentro, sin entzun– zales, más libres ..... Perico decidióse á aprovechar la coyuntura que plausiblemente se le ofrecía de traer á cuento las re- laciones de Luis y Tomasha. ' -Sepamos lo que ocurre, patrona; he dejado pendiente un asuntillo que me importa mucho; pero yo por usté..... -No por mí hago, hombre, por usted he llamao... Ya se alcuer~a cómo medió encargo pa buscarle habitasión. Muchos pasos, preguntas, arriba y deba– jo; en la vecindad que quería, me dijó.....