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56 LA BELLA EASO trar un hombre de bigote, vestido de mecánica manchado, no de tierra , sino de grasas, de carbón'. de limaduras, y pedir la cena en otro idioma, ex– tranjero entre los suyos. Y aunque la realidad pre– sente borró el cuadro imaginario, no modificó los sentimientos al cuadro asociados. Sí; aquél era un extranjero, de otra gente, de otro oficio, de otras ideas, de otras costumbres. Cómo cabía aco– ger á un hombre sin religión, empeñado en echar abajo todo lo que el respeto de las generaciones y el buen orden de las cosas había puesto arriba; á un hombre escandaloso que á todas horas se jactaba de su amancebamiento y ostentaba el vicio que de– biera avergonzarle? Al llegar á este punto las re– flexionesde andre Joshep a se enderezaron por una vía dolorosa..... Tomasha, irreprochable, debía de desdeñar á Lajumera; pero Tomasha, desvalorada por imborrable aunque oculta mácula, podía des– deñarle? Andre Joshepa no quiso responderse á sí propia ni molestar á Perico con una repulsa pre– matura. Procuró aparentar buen humor, echar la cosa por el lado de la broma:-"ninguna mujer de– be ~costarse en la cama que dejó caliente otra,,.– Apeló al tiempo, riéndose sin ganas. Lajumera ob– servó la impresión real, pero tampoco quiso darse por enterado: acabó su ración y se fué á divulgar entre los compañeros "la perrada de Florentina,,.