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14 LA BELLA EASO -Sí, justamente. Y qu~ esa Guadalupe, tu novia, - supongo, - es muy amiga de Tomasha, la bella Easo. - Tu información es perfecta! -Chico, no hay policía como el amor ... Yo estoy enamorado de veras, compréndeme bien, de veras, hasta el matrimonio inclusive, de Tom asha ..... Te ruego que, por medio de tu novia, me pongas en relación con ella. -Yo te enchufaré ..... Mira, la cosa viene de per– las, como que se trata de su Reina! Yo paseo con Guadalupe por el campo, por sitios descarriados ..... . No quiero exhibirme. Además, á mi amor, matri– monio exclusive, le convienen las soledades ..... To– masha suele acompañarnos y es testigo de vista. Tú la entretend rás, qué digo? la interesarás, la enamorarás, y ambos podremos satisfacer nuestro anhelo, casándote y no casándome. -Eres de una inmoralidad que da esca lofríos. -Tranquilízate; no habrá engaño ni dolo ... Gua- dalupe nada y guarda la ropa. En todo caso, quien corre peligro soy yo ..... Esa es de las de matrimo– nio inclusive ..... -Cuándo me pondrás en comunicación con To– masha? -A esta pregunta, hace veinte días hubiese re – plicado: el domingo próximo. Pero ahora ... no sé ... hay revolución. El padre es un casero muy bruto, muy bruto, muy retebruto; continuó habitando jun– to á su antiguo caserío, hasta terminar no sé qué labores y cosechas ..... Vino á la ciudad la tarde de la cabalgata ..... cuando vió á su hija vestida de be– lla Easo , se puso frenético, pretendió asaltar la ca– rroza y me lo enchiqueraron en la prevención . El alcalde tuvo la mala idea de lanzarle al redondel por la noche, y el casero armó e l más despampa– nante de los escándalos á domicilio, la trapati esta

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