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A. CAMPIÓN 273 coger á mi Guadalupechu ... entre buenos lagartones anda! Raimundo se esforzó por disimular la expresión de alegría loca que le pintaba el rostro. La gran es– tratégica es la casualid:1d. Sacó una tarjeta y escri– bió un pi:irde líneas ..... - Tome usted para la Ramona; ya la conoce usted. - ¡Valiente sorgiña aquella! · Raimundo entró en el palco; á los pocos minutos salió con Tomasha, muy afligida. -No llores, muchacha; lo de l.a enfermedad de tu madre es mentira. Lo dije por disimular, evitan– do fábulas. Aquí está D. • Constancita que te ente– rará de lo que sucede. No es cosa mayor! - De veras no está en ferma mi madre? - Como tú y yo-replicó 0. 3 Constancita, lle- vándose á Tomashá ~tranquilizada ya del todo. Raimundo empezó á dar vue ltas por el pasillo, muy impaciente, consultando el reloj. - La casa de Ramona está á dos pasos-dijo en– tre sí;- dentro de cinco minutos me planto allí. Un· resoplido le hizo volver la cabeza. Tomás Elosegi, con sus andares de pato, se acercaba bra– ceando mucho. - Malditoimportuno! - murmuró Raimundo ,vien– do cerrado el hueco de la escalera por el corpan– chón del cachalote;-me cortó la retirada. -Sabe usted lo que ocurre?-dijo Tom ás articu– lando penosamente las palabras, porque había su– bido aprisa. - Notisias ofisiales, eh? ofisiales, del gobierno sivil, que han estado reservando para no aguar la fiesta. .... ¡coinsidensia! ahora mismo em– piesa á llover! En Cavite, el comodoro Dewey hiso siseo á la escuadra de Montojo; desastre completo; unos barcos, quemados; los otros, á fondo ... La es- cuadra yanqui ancla frente á Manila ..... No diga us- ted, eh? hay que reservar todavía ..... l!l

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