BCC00R49-5-16-1700000000000000410
A. CAMPIÓN - Se lo preguntaremos á mi hermano, si quie– ren ustedes, que fué de ellos..... -Anda, Leonardo, vete á abonar la palabra de tu hermanita ; no la dejes en mal Jugar..... Eugenio Larrarte le incitaba con gestos, señalán– dole el grupo de sefioritas. - Yo?- replicó Leonardo , entonando muy agu– damente el pronombre,-no voy donde ésas; así como los chipirones á la luz, acuden ésas á los pan– talones coloraos. - A mí me basta que Matilde asegure lo del ar – tículo secreto, para creerlo ,- declaró, tomando el aire más galante que pudo, el capi.tán Moreno de la Sierra. - Habrá ó no habrá ese artículo-dijo Pilar Esnaola,- pero noten ustedes que ninguno del "Círculo" se casa ..... bien, entendámonos ·. - Y los de otros círculos y sociedades, ni bien ni mal,- añadió, afectando indiferencia, Caralam– pia. Aquí únicamente se casan los de fuera. -Es natural-dijo Moreno de la Sierra, prepa– rando una galantería . - Por qué natural? no entiendo ..... -Es senci llo; los de aquí están acostumbrados á ver las caras bonitas de aquí, y·nosotros no. -Por tanto - replicó Matilde, maliciosa, - que si ustedes vivieran aquí siempre, serían tan huraños y..... modisteriles como los nuestros . . -Chico!-dijo Barkaiztegi dándole con el codo á Leonardo,-tu hermanita nos alude, y á ti per– sonalmente. No le falta razón; nos mostramos poco galantes; vamos á hablar con ellas. Los pollastres protestaron; de un momento á otro llegarían las comparsas, y era mejor mantenerse li– bres para comentar los trajes y las caras de las figu- rantas y hacerles señas. · A Moreno de la Sierra le desconcertó durante
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz