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224 LA BELLAEASO nosas alusiones á España, para deducir que los cu– banos carecen de derecho á la nacionalidad, era to– do el activo á favor del patriotismo español. En el pasivo figuraban, principalmente , las omisiones, la conjura del silencio en materia patriótico-nacional y una impertinente narración de la guerra separa~ tista norteamericana, cuyo propósito no se descu– bría fuese otro sino el de poner de bulto el patrio– tismo, la inventiva, los recursos, la potencialidad marítima, militar y económica demostrada por los yanquis durante aquella lucha gigantesca. "Hay que clavar á ese Ca.u-Chori en una pared, hay que arrancarle las plumas, hay que cerrar ese Círculo filibustero,,- decían las gentes . Los oficia– les de la guarnición, muy excitados, hablaban de "exteriorizar,, sus sentimientos. Luisito Alzaga no se atrevía á dejarse ver ni en La bella Easo ni en la calle. Según otros más bené:volos,su padre, para evitar lances personales, le tenía recluido en casa. La "manifestación de Güzirako ,., según la califi– có Pantaleón Iturria, traía revueltas á todas las ca– bezas. Las sociedades, los círculos, los casinos de vario pelaje, rivalizaban en lujo y buen gusto al construir sus carrozas y organizar sus comparsas de postulantes que lrnbían de invadir las viviendas, sin acepción de palacio ó zaquizamí, ni perjuicio de acosar á los mirones de la calle, de suerte que del bolsillo de todo el mundo saliesen la perra, la pese– ta, el duro ó el billete. A diario se propalaban nue– vas noticias: la carroza del "Club oceánico,, era un aquarium donde se lucirían las más lindas mucha– chas d~l Puerto, ingeniosísimamente vestidas de peces, moluscos y plantas acuáticas, con trajes ''con– feccionados,, en París, copia exacta de los que ma– ravillaban á la gran ciudad en la "sensacional,, re– presentación de la grande feerie lírico-bailable, sa– cada de Julio Verne: "Veinte mil leguas de viaje

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