BCC00R49-5-16-1700000000000000410
218 LA BELLAEASO ver mejor, aproximó la silla y estiró el pescuezo. Del papel la mirada corría á Tomasha y de Toma– sha al papel. Movían aprobativamente la cabeza pronunciaban frases de encomio, volvían á mirar á Tomasha, inquieta, con el desasosiego de un febri– cizante. La Egilaz entregó el papel á Tomasha:- Mire usted-dijo. Lo cogió Tomasha, lo puso delante de los ojos; al principio no Vió nada; la emoción le tendía un velo gris, espolvoreado de puntitos multicolores· poco á poco fué haciéndose cargo. Los manchone~ del papel tomaron forma; distinguió una mujer, cuello, hombros, brazos y parte del pecho, al aire; vestida muy extrañamente, con una especie de ca– misa blanca, una cintura y manto rojos, algo que parecía corona sobre la cabeza, unas botas altasdo– radas muy resplandecientes. Se fijó en la cara, que le había importado menos que el traje; creyó que alguna ilusión le perturbaba, que no tenía cabales los sentidos; examinó la pintura con todo el ahínco posible, y la primera sospecha afianzóse; miró á los que la miraban, se llevó la mano izquierda, cerrada en forma de trompeta, á los labios: -Oy, ni!-exclamó con acento titilante de hon– da y deslumbradora impresión. -Sí, tú, maitia-dijo Guzirako, rebosante de entusiasmo;-así te hemos de pasear por las calles de Easo, para que todo el mundo te admire y se chupe los dedos, cual si los metiese en una riquísi– ma salsa. Eres la octava maravilla del mundo! Te pasearemos en carrosa, rodeada de otras guapas chicas: el sol y las estrellas, maitia! Después de reírse de tales extremos, la Egilaz explicó á Tomasha el proyecto. "Me avergüenzode salir á la calle vestida de ese modo,,, replicaba en baskuenze la muchacha. "Todas tus amigas irán
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz