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i86 LA ~ELLAEASÓ - Guzirako les afirmó que contaba con el doble juego de redactores . Figuran el chispeante redactor de La Epoca, "El abate Faria ,,, para las revistastau– rinas, fiestas palaciegas, bailes del gran mundo sports, etc., etc., y el articulista '·Satán,,, de El Mo: tín, que no dejará santo con cabeza ni cura sin ama. La nota monárquica será muy acentuada durante un trimestre; Gu zirako estima que la presencia de la real familiaenjayápolis equivale á un reclamo deSOO mil francos bien gastados... ¡Vaya, sefiores, las caras que están ustedes poniendo me acreditan que no son tan modem-styl como su amigo Guzirako! El alboroto de los "perros sabios,. atronaba: á duras penas restableció Pom¿s el silencio. Luisito, sonriente, muy ufano por su éxito, reanudó la na– rración. - La soflama de Guzirako causó cierta sorpresa: ¡era ta11imprevista! Los treinta tiranos se contem– plaron las caras. Arrupe-familia es quien más clara– mente exteriorizaba la benevolencia, pero sin atre– verse á tomar la delantera. Por fin el patriarca puso los ojos en blanco, contempló á Voltaire, al otro patriarca que continuaba riéndose con su risa de mico endemoniado, é hilando el más finísimo hilo de su voz de plata, dijo:- "Pu esto que se trata de la libertad de conciencia.....,,- "Puesto que se trnta de tirarle de la oreja á jorge en libertad.....,,, aña– dió Eskauriza.- "Puesto que se trata de la libertad de esas pobres chicas.....,,, completó Undabeitia.– "Puesto que se trata de la libertad de todos.....,,, concluyó Arrupe-familia: .total, adoptada la idea. En– tonces Inchaurrondo que, aunque muy bruto y de muy disolventes ideas, es noblote y francote, pro– testó á nombre de la moralidad y de la seriedad po– líticas, saliéndose del saloncillo con un gran portazo. - Lo hemos oído-confirmó lturria, en quien hervoreaba la pasión reaccionaria.

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