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A. CAMPIÓN 181 puedenoir con calma. Ese periódico-no quiero sa– ber su nombre- -es un maj,1dero.Los Estados Uni– dos son uno de los pueblos industriales más ade– lantadosdel mundo, y ricos, muy ricos, por enci– ma. Piensan ustedes serinmente que han de care– cer de fusiles, y ele f_usiles de muy perfectos siste– mas,para combatirnos? La histori,1de la guerra de secesión,por mar y tierra, demuestra que son ad– versario temible, serio ..... Ya verán ustedes las dia– blurasque hacen; ya lo verán ustedes ..... Murmullosde disgusto y alguna palabra de pro– testa dominaron á la voz clara y simpática del di– sidente. Movió los hombros, se sonrió de nuevo, y callándosebebió y paladeó un sorbo de café. Reanimóse la conversación general y sonaron comoantes las notas bélicas y patrióticas. - Diga usted, Saralegi- preguntó Pomés-cóm o se llama ese sefior que protestó? -E s Yurreta, el ingeniero; muy inteligente, muy instruido;tiene cosas suyas, sabe usted, que algu– nos llamarían chifladuras. Para ínter nos, aunque él lo niega, es..... bi.: kaitarra.! El general pegó un bufido y se abstuvo de dar la razón á Yurreta. rr La marejada fué aplacándose poco á poco y el salón azul readquirió su aspecto apacible de salón provinciano. Prosiguieron hablando de ._mil cosas indiferentes los "per ros sabios.,, sin que el general se dedicase á sus parlamentos habituales. Se lo hi– cieron notar:-"me duelen las tripas ,,-con testó. Juanito é Iturria se enredaron en una discusión so– bre materia religiosa; los demás reían las sucesivas

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