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128 LA BELLAEASO no menos inconsecuente, iba en la gran escolta de generales que rodeaban á D. Alfonso XII cuando entró en Madrid. La nieta del general, una niñaque le vió desde la casa del marqués, su padre, oritó: Ahí_vie~ea~uelito_queentra con todos los reye~s! (le habia visto Junto a D. Amadeo). La revolución de Septiembre, qué cosmorama! Recuerdan ustedes á los voluntarios de la libertad? Ustedes habrían sido de ellos..... Prim, que como buen sastre conocía el paño, dijo en el Congreso: "los voluntarios, á cam– po raso serán vencidos,.. Al abrirse las Cortes de la Revolución hubo alarmas y se metieron por las vidrieras. Una tendera preguntó: "Chico, ha caído una piedra en el escaparate?-No señora: es un vo– luntario de la libertad.,. En tres meses Pr im ascen– dió de teniente coronel á mariscal de campo. Trató de matar á Narváez: condenado á seis años de cas– tillo, le indultaron nombrándole capitán general de Puerto Rico. El 56 fué unionista, el 60 mandó un cuerpo de ejército en la guerra de África, le hicie– ron Grande de España, al cubrirse ofreció defender con su espada á Isabel II y en 1868 la destronó. En 1871 se dieron más grandes cruces que en todo el reinado de Fernando VII, y desde Octubre del 68 á Mayo del 71, mil setecientas y tantas. Desde 1868 al 74 se repartieron los demócratas 50 títulos de Castilla, 127 grandes cruces de Carlos 111 y 712 de Isabel la Católica. Un demócrata es un aristó– crata que, al caer en la tierra, en vez de meterse en la matriz de una marquesa, por equivocación se in– troduce en la de una sastra. En el Rastro, que yo frecuentaba en busca de antigüedades, vivía y bu– llía Pepe el aguardentero: todo un personaje: lo mismo despachaba en la taberna que levantaba una barricada ó vendía chismes viejos. Concejal el 73, le preguntaron: "Qué vas á hacer tú, si no sabes firmar?- Sé robar ,,. contestó. Murió empleado. Me

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