BCC00R49-5-16-1700000000000000410

XIV PRÓLOGO lactadoá Jayápolis, la llegada y reparto de los perió– dicos, la espléndida y artística fiesta de las carrozas, con el entusiasmo patriótico desbordante, etc., etc. Narraciones incidentales, cuadros del campo y de la ciudad, reseñas diversas, todo ello constituye el ambiente, el escenario en que se desarrolla la acción principal con las vicisitudes de los Zubeldía. Es el marco de oro que con sus dibujos primorosamente tallados da reflejos de.luz, calor y vida á la escena pintada sobre el lienzo. Un moralista gruñón anotará quizás alguna des– cripción un tanto libre y determinada anécdota de color subido puesta en boca de Guzirako. Serán, en todo caso, ,lunares tan pequeños que no empañan la brillantez de la obra ni amenguan el mérito in– disputable de su autor. Vengo empleando indistintamente las palabras Ja– yápolis y San Sebastián. Es de advertir, sin embar– go, que aun cuando Ja yápolis se parezca muchísimo á San Sebastián, no es exactamente la capital de Guipúzcoa. En los días de la aciaga guerra con los Estados Unidos no hubo en San Sebastián procesión algu– na de carrozas, con objeto de llevar á cabo cuesta– ciones patrióticas. No había tampoco por entonces en Easo centro alguno bizkaitarra ni se publicaban periódicos defensores de tales doctrinas; mal pudo, por lo tanto, ocurrir el asalto de los militares á lo que no existía. No tengo, por último, noticias de sociedad igual ó parecida á la Alaitasuna , con sa– lones espléndidamente amueblados á los que acu– dan gentes ricas y elegantes, templo verdadero de la inmoralidad erigida en culto. La simpática socie– dad donostiarra que tantas fiestas ha organizado en

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz