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A. CAMPIÓN 83 De la cuerda salieron varios gritos: - Fuera..... fuera! - Indecentes! - A eso venís al campo; á corromperlo! Cana- llas!baskos espúreos! -A Maketania! Y los del pórtico, airados, replicaban: - Mambises! · -A la manigua! -Máximo Gómez os aguarda! -Viva Espafia! -Mueran los bizkait-arras! -Viva la República! Ambosgrupos suspendieron el baile, vociferando, y se vinieron á las manos. Los del soportal com– pensaban la desigualdad numérica á bastonazos. En– tablóse algún cuerpo á cuerpo, y cayeron al suelo botones, puños de camisa, boinas. Huían las muje– res chillando; retirábanse los tibios y miedosos; au– llaba lastimeramente algún can pisoteado en el tu– multo. Motil daba rienda suelta á sus malos instin– tos de ser deforme y escarnecido, aiuzando la pe– lea con gritos estridentes, y exteriorizaba sus sim– patías ejecutando la ''Marcha de Cádiz,,. Pero ex– perimentó la pena de ver á sus amigos obligados á huir de la pradera, entre el griterío triunfante de ¡Gora Euzkadi! Cuando se calmó el entusiasmo de los vencedo– res, Luis pasó revista de inspección para enterarse de las bajas antes de reanudar el baile. No había heridas de importancia: rasguños, chichones, algu– na patada en las piernas, dolorosa al primer pron– to. El que peor librado salió fué Joaquín Azpiazu, el azkendari; echaba sangre por las narices y boca, y tenía un diente fuera. Se lavó con agua fresca, y burlándose de sus labios hinchados y del boquete