BCC00R49-5-16-1700000000000000410
A. CAMPIÓN 81 y aspirando secretamente cada una de ellas á ser la preferida. Del más compacto grupo femenino salió una exclamación:-"Oy! el señoíto Luis!,,-Detú– vose el guión y con la vista buscó á la autora de ella. -Ah!-dijo jovialmente- estás ahí, Dorotea? Si– túate á la vista; luego te sacaré á la plaza. El joven inmediato á Luis, en voz· baja é idioma castellano,le advirtió: -No te compr.ometas,hombre! Ve ahí una case– ra guapísima.Mírala, mírala! Qué pelo, qué ojos, qué facciones! Está más en carácter que bailemos con las aldeanas montaraces, que huelen á heno: deja á las criadas, á medio deseuskariza r , que apes– tan á pacholi y remedan á sus señoritas. Esa Doro– tca, sirvió en tu casa? -Sí, es la Dorotea que te abría la puerta. Bue– na muchacha, en resumidas cuentas. Mis hermanas le tomaron una tirria feroz porque era muy bruta y rompía sin tasa muebles y cacharros; tampoco se desernbastabalo bastante á gusto de ellas. Estoy ya comprometido;saca tú á la casera guapa, y en paz. ó mejor dicho, puesto que lo es en tan sumo grado y convieneque las cosas selectas de la tierruca se luz– can,quedereservada paraj oaquín, nuestro azkendari. El aurresku iba bailándose con toda la ceremo– nia y gravedad que la práctica más depurada pres– cribe. Los aurreskularis dieron la vuelta completa de la pradera; serios, sin volver las caras á los la– dos ni dirigir ó recibir bromas; formales, cual si asistiesen á una procesión; boina en mano, el au– rrendari y el azkendari. Luis llevaba el paso, ajus– tándolo puntualmente á la música del tamboril. Cuando regresaron á Sasieta, donde . ellos ima– ginariamente habían situado la autoridad presiden– cial, Luis saludó á un grupo de campesinos viejos, á los cuatro puntos cardinaTes después, y principió á bailar airosamente, pero reservando habilidades 7
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz