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_ 71_ pues, mue ren anua lmente de dia rrea por té rmino medio ;)(J niños de O á 4 años . . No hemos hecho estadísti ca de morta lidad in fant il por dia lTea , pero no es aventurado decir, que casi con exclu· si6n de las demás edades, la de O á 5 años, (' s la que da la mayor pa l-te Ó toda la morta lidad exp resada con el 5 por 100 de la mortalidad tota l. Por estas razones , las medidas profilácti cas que debemos tomar deb~n referirse á combatir y cO tTegir las. de fi cien– cias de la lactancia , ele la a limentaei6n prematura , de la sobrealimentación y las in fra cciones en e l régimen de los niños . Respecto á la lactancia existe un desorden compl eto en lo que á frecuenc ia y cantidad de las mamadas se refi e– re , esto hay que reg-ularizarlo desde el primer momento, desde que nace el lll ño¡ pues hay que tener en cuenta que si al niño se le habitúa de esa manera , é l mismo av isa la hora de mamat-; otro pun to completamente ignorado , es e l ti empo que ha de durar cada mamada 6 el ti empo que ha: de tener el pezón en la boca¡ esta s que pa recen nimicda· des , no lo son , y es de necesidad instruir á las madres y nodr izas en estos ext remos y á nosotros los médicos in– cumbe esta propaganda en e l seno de las familias . A pesar de las incontables ventajas de la lactancia ma– terna 6 por nodriza , hay casos en los que es de necesidad apelar á la lactancia mixta y también por desgracia ü la artifi cial. Estas dos formas de lactancia exigen minuciosos cuidados y una instt-ucción acabada en la mate ri a ! po r lo que médicos y munic ipios (procurando éstos difund ir los consejos de aquéllos) estamos en el deber de cumpl ir la mi sión de ll evar á las madres esa enseñanza , sea por medio de ca rte les ó ca rtillas hi g iénicas, ó toda vía mejor, no per– diendo ocasi6n los médicos, cuando visitamos niños lactan· tes enfermos . En cuanto á la cal idad de leche, no se conoce müs frall· de , que la adición de agua; en genera l es de buena calidad , pero teni endo en cuenta la extrema facilidad con que la leche se hace exce lente medi o de cultivo para los micro– bi os, hay que inculcar medida s de extremados cuidados de aseo de las vasijas que usan para la leche, la limpieza de manos y de fe tinas, de la ubre al ordeñar las vacas; la exq,'i sita limpieza de biberones y fetinas; es ta l el descui· do, d aba ndono, la ignorancia que en todas estas cosas exi ste que no me expl ico c6mo no son más frecuentes las gastro-ente riti s y otras infecciones y más alta la morta li·

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