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-67- MORTALIDAD· POR ENfER~LEDADES INFECCI OSAS Observando el adjunto cuadro, notaremos que la mortrt – lidad po r enfermedades inrecc.iosas, respecto de la morta– lidad g eneral es de poco m(IS dc un tc¡-cio , ó sea de 238 por í75 que es bastante alta proporción, y hemos sepa rado esta s enfermedades de toda s las denuls por ll amar la aten– ción y grabar en cuanto ca be, la necesidad ele combatir con los medios apropiados, toclas las comprendicln s en este grupo, pero particu larmente las que apa recen con mayor mortnlidad y ser precisamen te las que cuentan con me jores medi os y más seguros ele defensa y ser por lo t anto pe r– fecta mente evitables, como lo son la t uberculosis ó tis is pulmonar, la fiebre tifoidea , vu lgarmente tifus, y la gastro enter iti s 6 diarrea de Jos niños: cuya mortalidad respectiva es de 63 casos para la t isis (26 por 100 enfe rmedades inrec– c iosas 6 el S por 100 mue rtos), que es una ate rradora pro– porción; para la di a rrea e l 17;9 por 100 y para la tifoidea el 8,4 por 100 . La t isis produc ida po r el desa rrollo de l bac il o de I( och en terreno apr op iado ó persona predispuesta por e l con-– sancio y trabaj o exagerado , por la mala é insufic iente :tli– mentac ión , por r espirar en loca les pequeños, oscuros y mal ventilados, por contagi o de otros tubercul osos con los cua les no se toman las deb idas precauciones para destr-uir sus esputos, para desinfecta r y colar, aparte de las dem:í.s, las ropas de los tísicos; por escup ir donde qu iera y s in re– paro hasta en las ig lesias , que son luga res donde por res– peto y r eve rencia no se escupe; por no tomarse en las fa– milias y pe rsonas que cuidan á lisicos las precauciones debidas para evitar el contagi o; por preferir las libaciones y juegos en la tabe rna y el casi no á los juegos al aire li – bre , envenenándose con los mefitismos de aquellos; po r gastar en alcohol y tabaco lo que debiéramos en ca rne, leche y huevos; en una pala bra , los vicios , la ignorancia, la desid ia y e l abandono, son las ruedas , sobre las que eD– ITe tr iunfante el bacilo de Koch . Además de todas estas cincunstancias ex iste otra que es indudablemente func i6n ele clima y raza ; lo mismo que aquí en las provinc ias vascongadas, dom ina la tuberculo– sis, apesar de sus abundantes medios de subsistenc ia , ape– sal' de sus hábitos de limpieza , etc., etc., y por- el contra-

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