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-62- ben ser incluidos entre los de trastornos gastro-intcstina– les que á veces son la causa próx ima de la muer te de los recién na c idos débiles; exi gen éstos para sacarl os adelante una porción de cuidados que nadi e mejor que e l Dr. Budín , ilustre tocólog o fran cés, los ha reunido y fundamentado bajo el nombre de ll pueri cultura de los r ecién nacidos dé– bil es n ; es preciso inculcar á las madres los muchísimos cui – dados q ue respecto á tempe ra tura y alimentación r equi e– r en estos niños que nacen con un peso de 1500 g ramos ú 2.500, y nosotros mi smos debemos pone r en prácti ca los consejos del Dr. Budín en todo cuanto r especta á pue ri– cultura , de licadísimo ramo de la medic ina infantiJ, dese– chanclo de nosotros y de los que nos rodean , ese neg ro pe– simismo que nos hace casi indife rentes ante la mue rte de tantos niños rccién nacidos, indife rencia que no choca, puesto en frente del fa talismo que parece informar la inac– tividad de los padres en cuanto ú extremar cuidados quc necesitan los recién nacidos; esa ignoranc ia crasísima de– bemos vencer con el e jemplo y el consejo. Luego vi ene el grupo de las nefr iti s, que debemos par– t irl o entre los arte r ia-escle rósicos , y los infecciosos, a un– que por lo observado creo que es mucho mayor el contin– gente que da la infección , que no las nefritis inte rsti cia les , porque de éstos , muchos están inclui dos en el grupo car– diacos y en la uremia. Luego siguen la embolia cerebral con las a ortit is y en– docard iti s, que aunque están separados, pudi eran unirse POI" ir muchas veces acompa ñadas, siendo causa una de otra , y además que la aortiti s y endocard it is, son secuela de procesos agudos, la mayor pa rte ele las veces ; y son las má s frecuentes entre las infecciones que producen lesiones de l endarte rio y endocardi o la sífili s, el r eumatismo, la fi e- bre puerperal y la fi ebre tifoidea. . La casilla correspondiente al reuma tismo aparece con dos casos y es sensible que no se especifique la causa pró– x illln ele la mue rte , porque de este modo , pudié ra mos qui– z,í.s, ha berlos incluído en otros grupos ya estudiados ; á falta de ese dato hemos de suponer se tratará de a lguna local ización cardíaca 6 ce rebral. S iendo el clima de est e valle excesivamente húmedo y lluvi oso, como que el tú– mino medio anual de día s de lluvi a es 'de 140 y el estado higromét rico medi o 0,52, no son muchos los ca sos de reu– mati smo articular; esto, quizás, vendría en apoyo de la natu ra leza infecciosa del reumat ismo.