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-59- cada labrador, labra e n poco terreno y e n éste ha de obte· ner dos cosechas, maíz y nabo; trigo .Y maíz; habas y IlUlí z, dos ó tres cortes de he no , etc., e tc . Para obtener tales productos en poco te r reno con tinuamente lo tiene en labo– reo , jamás en barbecho; así que e l labrador está constan– temente ocupado en el campo y en ve rnno y oto i'io casi sin descanso ; añádase que precisamente cuando más trabaia peo r come, pues, van al campo todos; hombres, muj eres y niños, nadi e queda en casa para a r reg lar una frugal co– mida , pues no se puede llamar así, á un plato de sopas en agua y sal, donde á veces se han cocido be rzas 6 alubias, y pan y queso; á la noche cosa parecida; esta alimentación y el poco apego á la coci na , de la muje r baztanesa (q uiz{i s por neces idad) dan como resultante el uso y abuso de vino y aguard iente, en los cual es encontrarán un estímulo agra– dable á usarl os con prefe¡-encia á los poco apetitosos pla– tos que forman su mesa , completando este abuso la pato– gen ia ele la arteria-esclerosis, pasanclo, como es natural , po r inci dentes patológ icos de igual etiología en el estóma– go, hígado y otros órganos con localizaciones por todos sabidas. Para la profilaxis 6 p'or lo menos atenuación de estas defic iencias, muy conveniente se ría hace r comp¡'encler que la primera y principal ocupación de·la muj er es e l arreg lo de la casa y buen cuidado de la cocma y solamente de tina ' manera secundaria e l trabajo del campOj de esta manera ganaría mucho la limpi eza y el orden de la casa y se haría agradable la estancia en ella, máxime con la más apetec i– bl e comida , por mejor prepar ada, que desv iaría la satis– fflcción de otros más dañosos gustos y apeticioncs y así n un tiempo se combatía el defecto de la al imentación y e l al coholismo. Esta enseñanza y prepa rnci6n de la muj e r debe empezarse en la escuela y continuarla por tocios los que tenemos cargos públicos é intervenci6n en las familias. En cuanto á reglamenta ción del trabajo, nada debo dec ir por lo expuesto que es , cae r en uno ú otro extremoj pe ro. para eso, como pa ra tocio , tiene la moral católica, crite r io y reglas de mayor eficac ia. Las misma s consideraciones deben hnccrse tocante al grupo ('lIfermedades cardiacas, pues aunque entre ellas haya comp rendidas a lgunas de origen cndocanlítico, sea por reumatismo ó por infección pue rpe ral ó tifoidea (las ¡n,ís frecuentes aquí), he tenido cuidado de poner, apartl: los muertos por insu fi cienc ia mitral, lesi6n fácilment e diag-

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