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Los mis– mosdeman· dados reco – nocen que las planta– ciones son abusivas. 74 renlizaban era un acto ilicilo, en abi er ta r ebeli ón con la escritura de concordias, con las r esolu ciones de la:-- Aut oridad es y lo s fallo s de los Tribunale s . Lo s plantad or es sabían que los mont es no er-anpropiedad priva– tivff suya, sino c1uc eran un te1·r eno comuna l de que no podian des– pojar á los pucblc,s; sabían que ell os no tenían mús disfr utes qu e los que se l es habinn permitido; y de consiguiente el hecho de que como vecinos, y sc>loen su cualidad de tal es, podían goza r- de los monl cs bajo las. r eglas es tablecidas en l a escritur a de concor'dia s , impli ca necesari ament e el conocimiento de que el t err eno ele los 111ontes no ern suyo; esto es, su falta de bu ena fé. Tant o es usí, C[ue los mi smos demandado s r econocen lo abu s ivo ·c1e lns plantac iones; y así por ej empl o Corolla, en su escrito de dú– pli en, acudf ~ e11 últirnu términ o {t decirnos que tenga mos indulg en– cia, y en vez del rig ol' del clcrr,cho usernos de equidad; (1) Murchan– tc en su csel'il o ele concl 11si6n no~ 1·cconvi ene porqu e t oda.vía le pal'CCequ e no habíamo s agotado todos los medios para que «la lransgtcs ión (ele' líl~ concordias) no qu c!düra impun e, siendo cc1sti– gados l os vio ladot·r~ :» (2) y Nl nnl c¡¡gu(l o en su dúp li ca nos dice >)qu e aLendr1· cxclu siYamcnl c nl dere cho csc:r-ito, sin contcirip lnción »ú los pcrjui eios que SL~Ol'igin e11 ú Jn r-iquczn públi ca es li cit o y po– )>!cstntiv o nl pa r-lic:.ulnr·; per o ilí cit o y alt amente perjudi cial (1 la c6- >1m1111iclad (: vecinos, llúrn ("sc Es tad o , Pr·m:in cin ú ~1unicipi o, qu e >en man era nlgu nn pu celen, bnjo pr-d csto ele rigor ismo j uridi co, )1i\lT11inar ni aun perjudi car (1 sus udminisLrmlus, s iendo el deber de »sus go bc rna11tcs, fomentnr y no <lcslrui1· In pr os pe ri dad públic:a :))(3) y ulgo inús ndclanl c niincle q11t') ~¡ St' l es acusa ele hab er infrin gido las eoneo1·dias, pu t!c.lcn co 11L<~stél t' qt 1e 011 enmbi o han crcnclo una g ran ri C[ll ('Zn y snh ·ndo al pnis . Y nosot ros) (1 11ucst 1·n YCZ, rcpli ctu'cmo:-:- c1uc nu esteo deber es el < le- l'('spc lar é l de recho, eomo el ele los Tribu nules e l ele apli car-lo; q11e esas <.:0n~iclc1·neiones poclr·ían sc1' lí ci tas en clc1·echo constitu yc n– l L', nü en el cuns tit.uid o . ¿,A qu (• vir nc la alcgnc i611clcl pc rjui eiu que cxpc1·imenln r {11 los plnnt aclnr cs, ni ('i clecir que esa nwdida e$ mu y dura y de ri go r ?Por clur-n que fuer e una ley, se d a ley y habriu que eumplirli1; y nqui, ya sabían los planl.a<lorcs que l as l eyc:-:;condena– ban sus Lrnn::;grcsion cs con la J>'érclidade lo plantad o; por lo que, ni ej ecutar la planlaci<,n) no sólo ::;e c•xponían á ell o, sino que lo (1) Folio 451 de aulo:3. (2) Folio 2131 vuelto de id. (3) Folio48Gde autos.