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51 tos prohibitiv os ele plantar ? Pue s bi en, la de fen sa ele es te A.yunla– miento, que tl la su zón formaba part e del mi smo , pu ede dat' noticia s fidedigna s y vú á ha cerlo.-Una bu ena pa rte de los montt s se había ido cubri endo de pl antaciones abusivas, de la man e ra que hemos indicado; los plantndor es ocupaban los terr enos rn (1s fúrtilcs y que, vírgen es de vified o, r endían cosechas abundantes, en una ép oca en que el com ercio de vinos había tomad o co nsid erable vu elo . Tud eln, la población rnús important e y num ero s a ele tod os los pu ebl os co n– gozant es , había venido dando ejemplo ele fidelidad (1 lo pa ctado y (1 las ley es , no ejecutando plantación; pero l a paci encia tien e s us ·1 i– mites; y lo s Tud elano s , qu e ve ían ú s us vecinos enriqu ece rs e (1 costa de ellos, acabaron por pcnsa t· que er a una t ont c l'Ín seg uir siendo esclavos de la ley , cuand o no encontraban o lra 1·cco111- p ensa que la s ri sas de lo s qu e ú cos ta s uya se enriqu ecía n. De aquí la corriente que se establec ió de que ellos tamhi ('n <k– bían plantar; y cuando Yieron qu e vednos de i\'l 11rclrnnte y de Col'ella salían á hacer planta cion es, rompi e ron todo diqu e, y cua– drilla s num erosas ele Tudelan os salieron to.mhi( \n ú ej ec uLarlo . El Ayuntami ent o de T uclela se encontr ó en una s itu ació n diAc ilís inw: de un lado se hallaba co n e l movimi ento irr cs is Lihlc de los planLa– dore s , cuyo impul so no podía contcnc,·, s ino sac rifi ca nd o ~u pop11- lariclad, y aun a ·í no tenía fuerza s matc rio.lc . s u ficirnles; crn en va– no quer er di s uadir ú la s ma sas , qu e aprcciabnn el hech o tangible de qu e los clemús se enriqu ecía n co n el ob11so, mi en!ra s que T11cleln se arruinaba con s u observancia de las leyes ; en Ynno p1·cLellllrr demostrarl es que, en el es tado á que h ahí un llegado las cosas, era el mayor des atino qu e el Ayuntamiento autnr·izasc la co loca,: ión ni de una sola cepa, porque el territorio qu e qu edaba libr e de pl anta– cion es e ra el que en su ma yor parte habí a ncccsa ri nment e de Loca l' en la división ú Tud cla , y por cada r obada rl<~ viiiu que pu sie ran los Tudelanos habían de plantar Yeinte los dem(1s pu eblo s ; porq11c no clejar.ían ademé'ts ele dec ir qu e por ese hecho qued abnn con~ng1·acJas las demtts planta cion es , y que en s itu ación se mejant e no había 111(1~ qu e un so lo camino que la ley , la r azón y la conv eniencia trazaban de con s un o; el de r eclamar sin p6rdid a de ti empo la divis ión dü lus mont es para sa lvar la part e que á Tud ela cor res pondi ese, y r1uc es – ta queda se exclu s ivam ent e para el clis fru te ele los Tud elanos, co nci– liand o los int er eses de todo s , lo mi s mo ag f'icult orcs qu e gnnade ros . -En van o era, rcp étimo s , qu e fuera un Yerdadcro s uicidi o par a Tuclela que el Ayuntamient o secu nd ase Ja r eso luci ón de los plnnLa– dore s ; ni estos se hallaban en di s pos ición rle c.;ompr cncle rl<>,ni l! l' Ll posibl e ha cerlo llegar ú todos ellos , ni les in~pfra ban co nfian za 1·a- Ejemplo e lo c u e n te de la oposi – ción de T u– de la á que se plantase.

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