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74 fincas corn una les; pCL'Olo relat ivo ú la admini st rac ión, nó. La co– munidad es un a socie dad y las. oc icda dcs en su admini s tr ac ión , e han reg ido s iemp re por el mis mo principio qu e copia el artícul o 398 del Código , s in qu e en el derecho privatiYo de Nava rr a haya di spo – ~ición qu e lo eon lr ad ign, y sin que la esc ur sión que la se nt enc ia h a hecho por el campo del Derec ho romano para halla d a ha ya pr o– ducido L'Csu lLado, pu ns ln Ley 28 título 3.º lib ro 10 Diges to Convnu – ni dioiclwulo, que se• citn, pone o tro caso qu e el de dos so los conduei'íos que se ene uen tr en empatados so br e lo qu e debe hace rse en la cosu común, y no el de un a comunid ad en que que pa reso l– verse por mayoda ; y la Ley 35 títul o 17 libr o 50 del pr opio Diges to, De regu lis jari s no g uarda la meno r pertin encia por refe rir se ú la rnnnera de contr ac r$e y diso lverse las obli gacio nes. No cs tú, pu c::;, só lidament e fundamcntuda la se nt encia en es te su segundo punto. Si Tu df!la no ha plnntado con la abund ancia en que lo linn hecho otr as loca lidades congoza nt es, cú lpese ú s í misma; pero no pretenda h ncer de la diligcnc in, apli cac ión y ce lo de las de– mús un pecado qu e haya de llevm~ la penitC'ncia de que se ta se n y repartan las plant ac iones . P rocede rí a acaso opon c 1· tambi én imp ort a ntí sima s cons idera– ciones ema nadas de los sac rifki os que las plantncioncs ecpr ese nt an, de los ri esgos que con ellas se co rr en, de los bene ficios que á la agriculturu, al país y ú la pr opia Tud ela han t raid o dichas pl anta– ciones , y de la falta de compe nsac ión que tod o esto encu entra con qu e se hnga lo que la ent cncia o t~denn; pero no s iendo es to riguro – snmenLe propio de un a alegac ión en derecho, nos abs tenemos, mm– q11c con sent imi en to, ele hace rl o, pat·a venir ya al