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72 Mús hij os de la cav ilo~idad , y s i se qui ere del ingen io, son lo:s fund ament os qu e se cscog itan, y dejamos eopiad os . Si es ciert o, como lo es por punt o ge neral, qu e las plantas ceden ni . ·uc lo y son una acces ión dd mismo, es t e es un prin cipio apli ca– ble cuand o se traLa de s uelo ag eno, ma s no cuand o se teat a de. sue lo propio, y no puede desco noce r se qu e suelo pr opio es aquel qu e pertenece ú una comunidad, si empr e que de él haga uso qui en perl encce ú 1ucomunidad. P or cons iguiente, la cues tión no es esa , y 1wy que descartada de los fund ament os en que se plant ea, as í corno hay que desca rtar las citas lega les que se traen ú ella . La cuest i (ll1 eu su caso serú la de s i el comunero, ó sea , el du eüo, que ha plantad o ha podido bac0d o sin la con. ee uencia de qu e en la di– vis ión se le imput e el mayo r vnloe qu e ha dad o al fundo, y esa cues tión se trata rnús adelante . Qut ' es tand o pi~ohibielas las planta ciones por las Conco rdi as y :-;cntenc ia fü·me de mil ochocientos cuar enta y ocho, esas pl antacio– nes posLci·iore s son nó el ej ercicio ele un derecho, sino la contr avcn– (:ión ú lo con ve nido y sen tenciado, pod ría dec ir se en el caso ele que 110 hub iera me.diado el eonvonio ele plantar- de mil ochocientos sese nta y sieLc, aclopt udo por la casi unanimidad de los congo_ zant es . En efecto; un Les <.le la se nt enci a del Consej o P 1·ovincial del mio mil ochociúntos cunrenla y ocho, no habí a tal ac uerd o ni oteo anú– logo; pc>1' cons iguiente, i r egía, como reg ía la pr ohibi ción ele las C011enn li ns~ esa J)l'ohihi eiün so lo pocha cnt enclel'se para con las i11di\'idualid atl c~, ü aun pnl'a las l ocalidad es ente1·as qu e no se clc– fl'ncli<::-;cn con el volo de ln nwyoría . Ütl'a int eligencia no cabe , s i se tiene <'.ll eul ' t1Lu que Jn Corona al enagenar l\1ontcs ele. Cie1·zo y Ar– gcnzún ni impu so la pr ohibi <..'.ión en s u fanH" ni en el ele te eccro, la impu su <.:onl1·a los ;.1busos individu a les . De aqu( se s igue qut ~facull ü \'ir[u al111ent c, en ;11·111onía con las leyes , ú la eomuniclacl misma, pura que, en plúno, ac<H·duse sob1·c el dis frut e lo qu e rnús le pluguiera . ¿.No se l n1lu Lle <li ,·icli r aho1·¿:r~ ¿,No se trata de hu ec r· de cada porción nhurü lo <jllL' rnú::-; üc·0 111odc {1 la loca lidad adjuclicaLoria? ¿Jiab1·ú quien irnpungn en i.H.lcluntl ' lu fH'Ohihiciün ele plnntae? ¿Ha bf' ú quien qui el'a lcgilirna rla in\·ocanclo la anLigua peobibic ió1l? Nada ele esto , porque han s u l'gido ac ue rd os de la Curnunid ad que tr 11sci0ndcn , n a~unil– nw11lc, ú ('Se punto . Por L~so,potqlH~ no hnbít1 acuf't'do anLcriorJ el Consejo Pr ovin– eial L'Slimú lu inLc'ligcn cia que darnos al pun to, c.uanclo decía t)n sus cons id<.'J'¡_u1clos <<que tos t'Ccinos de lus pucúlos (no los pueblos ni la C.onrnniclucl) hnn }H)cliclo crcc 1·que la Capítula <.;uya cjec ud ón

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