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43 yo qu e aquella facería, s in título ni asidero alguno, se comonzarn á decir que Nienzobas y Tur ungen pertenecían á la comunidad. XI 11. Ni aun por el mi s mo r eco noc imi ent o, ó s i se qui ere amojona– miento, pudo ap er cibir se FHero ele aquellas int enci ones . Solo pud o hac erlo y lo hizo cuando la Comisión quiso ele ernpeüa r la seg unda pa rte de su comet ido, esto es, la descripción 6 enum c1·nción do la~ plantaciones h echa s en lo s mont es comun es, seg ún e l cstndo C[U(' acornpaüa al docum ento folio sete nta y do s . Entonces, nl ver que los p eritos se introducían y recontaban la s ele Nienzoha::- y Tunrn– gen, celosa de su derecho, por vez pl'ime1·u amenazad o, ni perdió momento para protestar y oponerse, ni med io oportun o pa ra ha cL~r– lo, ni ene rgía para rn.antener s u opos ición. Véase en los púl'rafos sig ui en tes : XIV. L a pr·opia Comi s ión Directiva l'n sus obse r vac iones iinulcs, e:-:;– tampó la s igui ente : «6.º Tarnbión prohibe la misma vi lla (de Fit c l'o) la intr od ucción de los ganados en lo s terrenos clel mont e, en que verifican plantaciones sus vecinos, contr a la costu mbr c y los dere– chos ad quirid os por los restantes pueblos; lo qu e llama pa1.'tieulnr– mentc la atención ele esta Direeción, que desea ver rcrnccliaclos los ahuso y us urpaci ones, en cualquier punto donde se h alle n, s in ha– berse at r ev id o ú proveer poe no hallílrse con medios sufic ient es pura hacer obedecer y respetar sus decisiones .» De esta suerte comc·nz (, ú vislu ·mbrarse la actitud de Fit ero, que en Loda su plenitud s,· ver(, ú cont inua ción. XV. Fu eron D. Manu el P crez Pinill a y D. Pascual Clemente · los en– cargados por la Comí ión Dir ectiva, ele formar el es lado de planta– ciones, y tratando de llevarlo {1 cnbo en lo ele Fitero, no se opuso. ·u

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