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31 cont enc io so - administrat ivo cons ide r aciones muy diYersas, y cn ll'C ellas , como mús poderosa, la inc omp ete nc ia pal'a co noce r ele cues– tiones referentes ú la propiedad . Sab iendo la r eprese nta ción de Fitero que no podía sostene r con se ri edad , ni de1_nostrar con fund amentos pode rosos , que le pci-Lenc– cía la pr op iedad de Niénzobns y Turun gen, y part iend o del p1·in ci– pio jurídic o en cu ya Yictud al actor incurnbe la prueba, sostic 110 qu e si la prete n s ión de qu e se comprendan on el r epar to los tó l'rninos de Niénzobas y Turu ngen ha ele pr ospera l', no basta que po t' u part e haya clejad o de j ust ifica t' cumplidam ente la cond ic ión ele pro– pieta ,~io, s ino que se hace preciso aclemús que los ot ros pueblos acrediten que form an parte de los Montes de Cierzo, y quc PL~1·ll'– necc.n también ú la Comunidad : aifadc as imi smo que~ln csc t"it llr et d<~ '1665, el único títul o que la Comunidad presenta pa t·n j usti ílet11· q ll l} le fué transmitido el dom inio de los Mon tes de Cierzo, conti<.)11l' pn'– vcnciones diversas y espec ia les aee r ca de los cxpt'esados t6t·m inos, cons ignúnd ose que la posesión conferida no comprende nnda de aquello que tenía ó pr ete ndía tener el R ea l :Mona ~tct'io de Fi te ro , y que el citado Rea l 1\!Ionas ter io tenía ó pretendía tener In pr op icducl ele Niénzobas y Turun gen . Así pues , seg ún la opini ón de Fil.<~1·0,Jo que se transm iti ó ú la Comunid ad fué la propiedad y posc!-:ión ele los Montes de Cierzo : n ada ele es to le fué transm itido en l os t<'1'mi– no de Niénzobus y Turun ge n, con relac ión ú los cuales S<) pació úni came nte que les se ría conscrYa<ln In focc1·ía. El a rgume nt o es conocidnmen te fútil; y ta nt o por esa circunstancia, como pot·r1ue jamús sa b emos prescind il' en los debates ju diciales de la lea ltncl y franqueza, convendremos en la id ea de que so br·e el Ay untamiento . de Tude la., por s u carac ter de demanda nte, pesaba la obligac ión de probar que á la Comunidad per tenec ían Niénzobns y Tunm gc n, apcsa r de que se ha r econoc id o en peim era in s tan cia por los litigan – tes de comú n acuerdo que en el jui cio coni, nwú dioiclunclo iodos los int eresa dos son ac tor es y l'eos, demandantes y demnndadns, declaración e~pr esa con tenida en la Ley 2.\ tíLulo 2.º, libr o 10 de l Digesto . To davía nu es tro r espeto ú los preceptos lega les nos hu– bie ra imped id o oto egar es ta con cesión , s i no hubi ese desvanccicln los escr úpulos qu e nos asa ltaban la Ley 2.º, títul o 3.°, libro 10 del mismo Digesto, donde, a l menciona r la doct rin a emitid a en la dis – posic ión antes citada, se dec lara que entr o todos los in teresa dos conv iene má s el caracte r de actor a l qu e pr ovoca el juici o de divi– s ión : m,agis pl acu it ewn vide ri actorem,, qui acl ju ditium, pro vo– casset. Fit ero, y lo s demá s pu ebl os qu e se oponía n á la divi s ión de los 5 •

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