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6 voluntar ia cesión de los ter renos de unos ú otrf>s par a fran. ·igiL· cuest ione s delicad as ; pero su deseo de te rminar el litigi o y el de conseguir l a divis ión preval ecieron sobr e su amor pr opio . El sa crificio fué por desg racia es t6ril. Fit e ro se op uso ú la diYi– s ión baj o el prcLcsto de que la c;osa común no se había pr cYiamcnte dcs li11dndo, ni Cl'O. conocida, mante niendo ú la vez qu e los términ os de Nienzohu.· y Tunrn gen, comp1·cnclidos dcntf'o de lo · Monl es de Cierzo Sl'g ún el amojonami ento ap robaclo en 1857, jamü s habinn l'onnad o JXtl'lc de los cilados :Mont e y pert enec ían ú la Muni cipali– dad upus itoL·nen pl eno y csc lus ivo dominio. Alguno s otros pueblos s in reconoce r el 'dominio abso lut o pret endid o por Fit cro en lo lé1·– mi11os ya mc11cü1néHlos, apoya ron su opo -·ición en el concept o de que un des linde perfect o dchia p receder ú la acció n ej er citada. Todos y cada ttnn pol' s u pal'Le, sos Luvieeon s u::;r espectiva · pretensiones ; y el pluito 1 eu11hart o sontimien lo de Corclla, s igu ió su cul'so , t cta1·clan– clo rn(ts y rnús la llisolueión de la faccdn con los b enefi cios inmen– sos que ú clln neccsu l'iamenLehan de seg uir. ExLm11o ha de npin· c.cc 'rul Tribuna l, des pués ele c;uanto acabamo s tle ex pone r, q11c Corclla, el puchto que ha mos t1·aclo mnyo1·cmpcüo en la diso luei6n ele la f'ac;crfo y en obte ne l'la por meclios c~traj ucli– cia lcs , Corel la, c;uya opos ieión en el pl eito, fu é de las menos ac en– tuad as, la sos tenga todavía , cuando todo s los dcmús, ú exce pción de Fil t•1·0 , han trans igid o s us difcr encins : quizú la r epre senta ción ck Tu clt·la .llitmat·i'l la alenc i~n sobre esa condu cta, que si (1 prim era visla pm·cc.:L' iel'cgulnr y anómala, cntuonLra s in embarg o una cxpli– eac-iün snlis!'nct o1·in en el 111isn10 af(rn, en el rni~mo deseo c¡Lw ú Co– n : llil cl()11ti1ta de qt1c cc:-;c put·a si empr e Lodo mot iv o <le contt·o\·c1 ·sia unLre Ius puebl os fnccr os . Couvcneid o s u AyunLamicnto de que una divjs idn j usla y Ol'clenncluele los terreno s comunc':-.i, .ha ele pr oclucir e ·e pr ovechu so 1-c~ultado, también lo estú de qu e s i el r epa rto es jnju ;;to, lns clisco 1·cliüs no han de cesar-. Una inju s ticia produ ce nc– ccsn ri amcnlc la exn lla t ión ele las pa s ione s ; y cuando los pu cb1os Loca 1·unlos r es ullaclo: de la iniquidad, c uando en cada día y ü cad a mome nt o se ))l'csc ntaran ú s u imaginación el error cometido ó la despro porción impn estn, pr otes tarían indudabl emen te con s us actos y bu sca rían el r emedio en todos part es : si el error y la inju s ticia nocían de una sent cncü'l ej ecutoria, s i el error y la inju s ticia pr oce– dían de uno co nv c11ciün in n.tacabl e, si por una ú otra raz ón enc on– lrnbat1 cerrad os los caminos lega les, traducirían la prot esta en mLrnif t.:slncion es Yiolcnla s , acudiendo ú la fuerza para s ustituir ú la razón, y procluc ie nd o perturbaci ones en el orden público. Por eso Corella, ::;i pide con únsia la cliYisión inmediata, qui er e ú la ,:ez que

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