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-65- cena fueron innumerables, más de veinte; ya e~taba apagado el alumbrado de la sala y el público no quiso marcharse, permaneciendoen el teatro gritando como unos lor.os y obligaron ASarasate y la Marx Aseguir tocando música de su g ran repertorio; después no pudieron evitar una nueva manifestación en ta calle, siendo ovacionados y acompañados al hotel por apiñadamuchedumbre. . ?::n Berlín tuvo lugar el dia 15 un magnifico concierto, siendo tan grande el deseo de escuchar Alos eminentes maestros, que las localidades fueron vendi– dns A peso de oro, y un público numerosísimo protestaba alver la impoaibili– dad de ballar asiento y pedla á gritos la repetición del concierto. Hubo entu– siasmo indescriptible, conviniendo todos en que Sara:iate está como en sus mejores liempos, de salud, vigor y agilidad, y quesu robustezesmejor que nun– ca, bttlh!.ndose rejuvenecillo despué;i de su enfermedad. El 2 de Diciembre darán su último concierto de otoño en Gladbacb, de– biendo antes celebrar varios en Bélgica, en cuya nación hay tantos admirado· re~ del arle de '3arasale como habitantes; y de allí irán los egregios artistas it Par!s á descansar una temporada de su caHera triunfal y de lauros, y á prepa· rar la campaña de invierno, que será por Suiza, Italia, Austria y Francia.., Asimismo •Diario de Navarra• en fecha aproximada, rivalizaudo en información con lll decano de la prensa local, nos suministró de· talles interesantes en los párrafos siguientes: SARASATE-MARX La enorme ansiedad que había por volver:\ escuchar (L estos grandes goi– nios do la mú~ica ¡era increíble, jamás sentida como ahora en la patria de Mo– zarl. A té, dicen los cronistas alemanes, que nunca artista alguno supo emo– cionar como el violinisla español Sarasale, el único é incomparable; ni pianista alguno como la M11x-Goldschmidt sugestionar al inteligente público de nues– tro pals, c11usantlo en sus oyentes emoción prolun1ta. La wui·11ée anunciada á mediados de Octubre sigue sin interrupción; y ca– da concierto es un acontecimiento musical, al que los grandes diarios alema– nes y los periódicos críticos dedican encomiásticos artículos escritos por los mejores críticos del imperio. Por otra parle; la presencia de Sarasate en lds ciudades alemanas despier– ta tal entusiasmo entre sus compatriotas, que locos de satisfacción inmensa, henchidos de alegría, orgullosos de su célebre compatriota, no saben cómo ex– presarlo. En Munich fué una persona de sang re real espa1,ola la que más se distin· g uió en medio de la Corle y aristocracia de Baviera en rendir homenaje de ad· roiración y aprecio al gran violinista, la Infanta Dot1a Paz, amante de la músi· ca y entusiasta del incomparable arle del príncipe de los ~iolinistas modernos. El nombre de Sarasate, dice el cronista, enloquece en todos los países Asus compatriotas, que ven en él una gloria de Espat1a, la primera en el arte de la música; y, por ello, su presencia en una ciudad hace sallar de gozo á todo cora– zón español. Jamás, dice una crónica berlinesa, habíamos presenciado cosa parecida, ni aún en los mejores tiempos de nuestro Joacbim. Es que Sarasate, á. la técnica inimitable une una expresión deliciosa incomparable, que semeja un destello de lo ullralerreno, que subyugd y atrae, que fascina y enloquece. Pero su parte. •El Demócrata., reasume la triunfal expedí· ción en los párrafos quo transcribo á continuación:. LOS TRIClNFOS DE SARASATE Sarasale y la Mane continúan su campaña de Otoño obteniendo éxitos enor– mes y siendo la admiración de los públicós alemanes que adaman i!. los dos egregios artistas como los primeros del mundo. Desde que el 17 de Octubre comenzaron laexcursión artística han dado vein·
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