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- 64- También ha sido muy aplaudida la eminente pianista Berla Marx que acompañaba al artista pamplonés. Dfcese que Sarasale dará en breve otros dos conciertos que seguramente serán d<1s nuevos exitos para el genial artista que con su violín entusiasma á los aficionados de la capital del imperio alemán. Otra revisto. musical decia con relación á estos conciertos de Berlín que hablan sido tan solemnes como espléndidos; las llama· dos á escena innumerables: y á Ja terminación 11\s ovaciones pasa– r on de la s :i.la á la calle, siguiendo en éstas hasta su hotel, delante del cual se prolongaron los vítores por mucho íiempo; los grandes diarios al describir los dos conciertos di1.dos en la capital por aque– llos dlas, expresaron su inmensa satisfacción por encontrar á Sa– rasiite en plena posesión de sus facultades portentosas y rejuvene– cido después de su enfermedad, como que realmente en todos los momentos de aquel la larga expedición, demostró una robustez. y vigor increíbles. De El Eco de Navana- (28 de Noviembre 1907), traslado las impresiones siguientes: SARASATE-Mi\RX: Estos dos celebrados artistas, los más queridos del inteligente.público ale– mán, vienen obteniendo una ser:e gloriosa de triunfos tan extraordinarios que otros iguales no se recuerdan en aquel país. Imposible es, continúa el notable cronista, expresar lf\ emoción profunda, el sentimiento de intensa admirac:ón que se apodera de los oyentea al escu– char una de aquellas frases musicales qne el prodigioso slradivarius en manos del coloso hace vibrar en el espacio. Desde que á mediados de Octubre inauguró en unión de la Marx- aclama– da hoy en Alemania por lodos como la primera pianista del mundo-·el giro ar– Ustico con la Gran Son11ta á Kreutzer de Beethoven, sus conciertos han sido el tema de la prensa alemana, y los elogios á los do2 colosos, imponderables. En Darmsladt el mismo público que sintió amargura indecible en Febrero último á la suspensión del concierto, ~sistió anhelante á la resurrección del cólcbre violini>ta. El regocijo se reflejaba en lodos por oír de nuevo á Sarasale y las demostraciones da carií\o duraron toda la noche. Berta Marx. que también por la alteración de su salud hacía tiempo fallabl do esta ciudad, una de las más adelantadas y cultas de Alemania, recibió también testimonios de afecto y admiración imborrables. En Stullgart, capital del Reino de Wurtemberg, fué obse11uiado Sarasate y su ilustre acompañante de modo espléndido por la Corte del Reino, la que acu– dió al con"cierlo, á la conclusión del cual, el Rey expresó á los artistas su admi– ración, colmándolos de elogios y distinciones que nunca prodigó á ningún otro. Al concierto celebrado en la célebre capital de Baviera, Munich, acudió la infonla doña Paz y toda 11.1 Corle. En la patria dtl Moz,1rt tocó obras de este genio inmnrlal electrizando Asus naturales, que sienten hacia Sarasale fana– tismo increíble, que pasa de los tí milos del que le profesan en toda Europa. En la capital del Reino de Sajonia, Dresde, en donde hay una de las or– questas mejores del mundo, fué ovacionadísimo Sarasate, especialmente en la Rapsodia asturiana de Villa. Las ovaciones eran tales que hubo de repetirse la preciosa página musical, y el inmenso público, de más de cuatro mil personas, no cesó en sus demoR– tniciones, que volvieron á ser estruendosas al terminar la Marx la Rapsodio Húngara de Lislz y al locar Sarasate su último número, su famosa "Jota de Pablo'" aquello fué una locura. El concierto duró tres horas, lasllamadas á es•

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