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-55- rasale las muestras de aprobaciót1, como á un artista que conocen de largo tiempo y aprecian cariñosamente. Hallábase durante el mes de Ft:brero de 188ó en una pequefia to"rnée artística por este país, y pr~via la correspondiente invita– ción celebró un concierto de Corte en el P<tlacio imperial el dia 18 de aquel mes, concierto que constituyó una verdadera solemni<:lad en Ja cual Don Pablo Sl\ prodigó, tocando con predilección, gra~ número de sus propias composiciones que dejaron en Jos distin– guidos invitados recuerdo indeleble de agmdecimiento y admira– ción. Al dla siguiente S. 111. el Emperador le remitió por medio de dos de sus Ayudantes el titulo y las ingignias de la Cruz del A~ui­ la Roja de Prusia, tercera clase, ó. los que es aneja la considera– ción de Caballero. De la campafia realizada en Alemania y en otras naciones el afio 1885, da idea la siguiente interesante carta que el inteligentí– simo Secretario de Don Pablo dirijo a l primo de este Don Baldo– mero Navascués, desde Londres, con fecho. 6 de Febrero de dicho afio: (a) Querido Baldomero: ¡Qué Carolinas ni qué ocho cuartos! Órdago á la amis– tad que le tengo y le oigo responder -"quiero,,, seguro que saldremos ganando Jos dos. (b) Desde Octubre nos tiene V. corriendo pot· estos mundos y quererle contar de los triunfos de Pablo en todas parles, sería igual al llevar agua al mar. Nunca hemos hecho viaje más bonito, más artístico, y ambos estamos con– tentísimos de lo que nos sucedió. Recibidos en todas partes como Príncipes, tocando siempre igual 6 mejor.... la mar. Hemos estado al principio dando'con– ciertos en Suiza-hasta doce en 1 l días- , pues las ciudades son cercana~, pero c.on los viajes y ensayos por la mañana fué algo pesado. Después recorrimos la Alemania con más reposo, y el año nuevo nos en– cootrarnos en Viena, donde recibimos su carla que nos dió mucho gusto. Después de una vuelta por las principales ciudades de Austria, Pesl, Graz, Praga, Cracovia, nos volvimos á Alemania, tocando en el espacio de dos sema– nAS, dos veces en casa de la Emperatriz en pequeño circulo y además concier– tos en Berlín, Hamburgo, Brnslau etc. etc. La Emperatriz quiere mucho á Paulo, al grado que cada vez en seguida de nuestra llegada á Berlín al Hotel, se presenta un chambelán con el deseo de oír á Pablo á las 4 de la tarde, que es cuando se reunen G ú 8 personas para el thé, y el Emperador viejo viene también. Las cosas amables que nos dicen no es posible repetir A mí me dice cada ve;-. la pobre enferma Emperatriz, que con arreglar la venida de Pablo á Ber– lín, Je hago olvidar por los instantes que le oye tocar, todas sus dolencias. Así nos ha suplicado volver en Mayo para lomar parle en todos los conciertos grandes que da la Corte durante seis semanas Jos jueves. Además nos invitó á su castillo de Coblentza, situado en el Rhin, donde suele pasar los veranos, queriendo que toquemos lodos los días para ella. Le regaló á Pablo su retrato en oro, y un par de gemelos en oro batido, con su corona en piedras preciosas. . . . . . . . . . . . etc.• (a) Uudimcntario deber de gr4litud me obliga. á testimoniar aquí, la. que guardo hacia la f..lmili:a del qu6 fuó amigo muy cstimaflo D. ll11ldomero Nava.scués, cuyus hijos por medio del Sr. Don Antonio García Peifa han pue8lo A mi disposición y s·n tas.a, cuanta correspondenciA, programa.s, periódicos etc. etc. conservan relativos :\Don Pablo Sarasa.te; ar.sen.al precioso, que he utilizado por completo. (b) 'r4nguc en cuenta que esta carta se escribió á luego del incidente surgido con Alema– nia sobre la propiedad de las islasCarolinas; y que Mr. Otto Goldscbmidt es o.riundo de Alem1... nia.

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