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-54- mano de despedida, pues habla que dormir de prisa para madrugar y tomar el tren la mañana siguiente. Tres días más tarde, el 29, asistirás, lector, con tu imaginacióu, si continúas leyendo el relnto del mismo to~tigo, al couciorto dado por el festejado \'iol inista en el Teatro do Magcin: "A las cuatro nos volvimos 1\ Maguncia, y¡\ las seis era el concierto en la sala del Frankfurter Hofts con el siguiente progrnma: PRIMERA PARTE. 1. 0 Overtura de la ópera lphigt11ia en Aulide con la conclu– sión de RicardoWagner. . . . . . . . . . 2.• Concierto escocés con acompañamiento de orquesla, ejecutado por Sarasale. . . . . . . . . . S.• Aria de Constanza en la ópera El&rrallo, cantada poi· la señorita Belly Frank . . . . . 4.• Fantasía de Can11e11 con acompañamiento de o;·questa. 5. 0 a Tarantela. . . . b Serenade. . e In der Mainahct melodías cantadas por la señorita Frank.... SEGUNDA PARTE. Gluck N. Brucl1 Mozal't Sarasate RtJSsini Go1111od W. Tauur 6. 0 Sinfonía mim. 3 (la me11or). Memltls/1011 La sala ciel concierto no tiene nada de pa1·ticular, ni como decorado ni como tamaño, pero ya le hablaré otro día del gran salón de conciertos que se estli construyendo, y que merece capítulo aparte. Excuso pormenores del espectliculo, que serian una repetición de lo que hé dicho de otros. Sarasate también hubo de locar algo fuera del programa para corresponder li las manifestaciones del público. . Breves días de intervalo y aeudimos tic nuevo Aotro concierto en Wiesbaden, cuyo relato copio en parte, porque temo incurrir en nota de muy prolijo, si no omito comentarios. En el teatro ern el ensayo, y en la plaza del Tealr(I echamos pié á tierra. Lo primero que se ve es un monumentv con el busto de Schiller, y esto de– muestra que no se escasean en Alemania las manifestaciones á los genios que ilustran su historia, y que procuran poner li la vista para que sirvan de ejem– plo, estimulo y enseñanza, cuanto de juslo tributo de admiración. . . . . . . Y vamos de concierto en concierto, puesá lassiete comenzaba elde Sarasate. · ·A,;aa~te 1 y finaie de ia 0 Si1;fo1~(a. eaj,afiola: de Laio, dedicada · á 0 Sa~s~le: (¡Lástima que no no3 la diesen completa!) Es una obra que pone de manifiesto la inspiración varonil de su autor. Séria, vigorosamente instrumentada, opor– tuna en la manera de tratar los motirns p!lpularcs y con el sobré puesto á ::la– rasate, único capaz de Yencer .Ydominar las dificultades del violín á solo, obtuvo un éxito extraordinario. El final que está construido con nuestro canto popularísimo conocido por NI p1111to de lu H11b1111a, es una maravilla de ingenio en cuanto li Ja manera con que está tmtado, en su d~sarrotlo, en las C<>mbina– naciones rítmicas de la orquesta, en 111 gradación de los efectos y en el interés creciente de la parle de l'iolln, cuyas dificultades empiezan por asombrar al que escucha y concluyen por excitar el enlusia.smo hasta lo indescriptible· La seilorile. Pfeil nos regaló dos Litder que sirvieron de enlrepuente para dos piezas que tocó Sara~ale con acompañamiento de piano y de aplausos. La fies– ta. resultó muy bien, y la honraron con su presencia en un palco de proscenio el Prlncipe heredero del Imperio alemán y su esposa, que no escasearon á Sa,

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