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-46- Saens, (a) desbordándose la admiración del numeroso auditorio en términos tales, que la enorme sensación producida por este éxito, fué objeto de todos los periódicos. motivo si\ 1 iente de todas las re– vistas profesionales y no ya las discusiones, sino antes bien, los comentarios de los más prestigiosos y r epnrctdos críticos musicales, pusieron en ,juego las trompetas de I:~ fa111a, y el violinista que, siempre sencillo. acudió A aquel cenrro del Sl\ber sin reclamo al– ~uno, se encontró tan sólo por sus propios méritos, por su inteli– gencia superior, por su laboriosidad infatigable, elevado á la más alta consideración musical dentro de su especialidad. Fundidos en el aplit.uso á Sarasate los opuestos bandos Joachim y Wilhelmy, reconocido con plena unanimidad su admirable virtuosismo, Sara– sate se impone, Sarasate impern., Sarasate r eina; pero..... ¡gann. tan solo para vivir! Si no experimenta privaciones, tampoco le sobran r ecursos. Hay que armonizar io inmaterial con lo tangible; hay que equi– libro.r el poder artístico con los medios de vitalidad; hay, en resu– men, que dar robustez material A las alas del génio, para que éste pueda recorrer el mundo y difundir por todos sus ámbitos, el álito misterioso que exbala su Stradivarius. Y la Providencia que envió al mundo a.que! hombre maravillo– so; que al restarle el amor materno puso ¡\. su lado un padre adop– tivo, mandó en esta ocasión al consejero indispensable, á Otto Goldschmidt. Veámos como: Para hacer Ja presentación de este personaje el m:ís inter esante en la vida artística como en la privadrt de Sara .sil.te , r enunciemos 'á un remarcable episodio que en los comienzos del afio 1877 tiene lugar en la capital austriaca, y trasladémonos con Ja imagiuación a la hermosa eiudad de Fr:i.ncfort, próspero y pujante centro mer– cantil del germánico imperio: nos guía en un principio el periodis– ta esp1iliol Don Ismaél Sánchez Esteb;tn, á quien cedo Ja palabra para que nos hag11. Ja presentación del Sr. Ottn Goldschmidt, per– sonaje de excepcional relieve al lado de Sarasa.te durante el inter– valo de 1877 á 1908: "La amistad de Sarasale y Goldschmidt es antigua. Remóntase á los co– mienzos de la carrera artística del violinista navarro. Tuvo su origen en un episodio poco conocido y muy interesante, que creemos oportuno recordar. (b.) En Febrero de 1877 daba Sarasate un concierto en Francforl. A"ababa .te consolidar su gloria artística. DeRpuh de un11 excursión triun– fal por América, y de brillantes conciertos porcasi todas las naciones europeas, había refrendado su reputación conquistando al público alemán en el Gewa11- dhaus de Leipzig con do>i obras francesas-la Si11fo11(u española, de Lalo .Y un ConcersNick de Saint Saens-y triunfando en Viena, en un concierto en que sus– tituyó al célebre violinista Hellmesberger. Así, la expectación ern inmensa; mucho antes de empezar el. concierto, to– (a) Cunile S1ti11t Satos, n11cido como L>llo 9 ..ttoe antes que Sarau.tt, obtuvo muy jóven varios premiol9 e1l l~s <'oncurso! de órg..oo del Conser'\•atorio de Pdri1. Fué organh;t..1. de Saint M~ry (París) y poco desµuós de la M•gd•leua. Su persrmtdid•d u cnnocitli.si1nw, wmo t•mbién irtu íecundirlad, y sue numerosas obras soo tocadas '" totlo el mundo ll"lu•ical; lhmh1ron mucho lr.i. ~tención sus D:wu$ bJcm1al y m..uabr.i cMarch:i lur6i.:a, Pll .1eUm, le Rout J 1 O·,,ft/1 rle, sus óper:u, c.t11l1l..,s y lo" co11citrtos que exclusiumen~e com!JuSOpara Sara~t\te, y con los (lue 011te aerceentó notod&mentia el renom– bre de ••iuel. (b) Esta tranocripción uh\ corregid• por Mr. Otto Goldschmiilt,despuO. de ser publicada en la re\·ista ilustrad& "NueYo Muodt>,, hace vAr-ios a'ilos,

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