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-45- Ja más preciada del Imperio. Resultado, que el nombramiento y concesión quedaron diferidos para cuando el agraciado contara aquella edad: y en efecto el 9 de Marzo de 1878 se extendió, y al día siguiente, Sarasate recibió el título y la condecoración citada regalo de Ja esposa de Guillermo I, el Emperador alemá~ coronado como tal en Versalles, durante el sitio de París. Fué el JO de Septiembre de 1877 cuando Sarasate dió otro con– cier to en casaGuaHa, ante Ja Emperatriz Augusta; al día siguien– te hubo de repetirse en Baden-Baden ante Guillermo I y su esposa, y pocos días después volvió á tocar ante la corte de Baden en Ca– rlsruhe, Ja Fantasifl del Fausto, acompañada por Dessoff, otorgáo– dosele con fecb:i. 21; Ja Crnz de Ziihringen Lowe; y sin terminar el mismo mes, ejecuta con universal asombro en un magnifico tem– plo de Brunswig el concierto de Mendelssohn, con ocasión del jubi– leo á beneficio del grail compositor Francisco Abt, nMural de Ei– lemburgo y Maestro de Capilla de la Corte. Hago gracia al lector de que ya en Diciembre anterior había to– . cado ante ei gra.n Duque de Mecklembourg-Schwerin 1 produciendo tal admir::tción que en el acto y con fecha 3, le babia sido otorgada la Cruz de Wendische-Krone. (a) Y para restituirme al orden cronológico del que me ha separa- 110 la unidad de acción, precepto literario siempre atendible, retro– cedamos al allo 1876. Iniciado el vogar á toda vela por Jos nuevos derroteros, tan solo 1;est.nba cultivar rl género y prodigarlo: Suiza, Francia, Bél– gica y Holanda, corroboraron unánimes la victoria, escuchando aquel apóstol fascinador, cuyas cualidades personales primera– mente, y cuyas facultades artística~ á continuación, ~jercieron ante todos los públicos un seductor influjo, la votación definitiva de su candidatura para figurar, por derecho propio, en la fila primern. de las avanzadas del arte musical. Tal concepto se afirmó mas sólidamente, al dar á conocer su~ composiciones music::tles inspiradas en los populares aires de la tierra amada, que completamente desconocidas en los paises vi– sitados, acrecieron más y más su renombre. Desde ese momento los empresarios Je persiguen por todas pnr tes, le ofreceu compromisos á centenares y á porfia, pero le explotan sin darse él cuenta ó ~10 querérsela dt~r, más atento al atronador aplauso, que á las vibrnciones de Ja monedo. con que se Je retnbula por Jos explotadores. En tal sitfü\Ción acaba el año 1876, durante el cual una impor· · tantísima población alemana, famosa por su gran Universidad, Leipzig, consagra ~I lugar preeminente de nuestro compatriota en las esferas del arte. Contratado para tomar parte en los renom– brados conciertos del •Gewandhaus», ejecutó en ellos magistral– mente la Sinf011ía espaf10la de Lalo (b) y el Conce1·stilck, de Saint- (a) Reíerencins de Mr, Goldschimdl. (b) Eduardo Lato, \•ioli11ist&y compositordistín~uido. recibió su eJucaci6nmusicaten e:lC:on– servfltorio de Lillc. En Pariis aprendió á tocAr la viola. Su Opera "Fttsqut.,, alcanzó el tercer premio en un collcurso que se celebró en París bAcia el año 1860. Las obns que eecribi6 pnra Sarasate alcaozaronºgran éxito, especialmente la "Sinfonía esp11.itoJ1,,. Se distfoguió por su clari– dad y elegancia, estilo y color peculiAr~s.
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