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XLRI mismo ritmo que encadena en el espacio las eslerns, estremece con latidos isócronos el corazón. péndulo de la hum3na '•ida. Pero 1'1 música parn dominar nuestro espíritu, necesita que un nuevo artis· tn In traduzca y la vivi6que, como la espada para realizar la hazaña necesita la mano del héroe. Un sino lunesto niega A los m.igos que nos revelan el su· blirne misterio de la harmonan, In permanencia de su obra¡ de su labor como de la del cantante y la del tribuno, nada queda sino la memoria. La lama piadosa eterniza sus nombres. La antigüedad lo llamo Orfeo; nosotros Paga· nini ó Sarasate. · En estas horas tristes en que cegados por los resplandores de un crepúsculo de gloria, no acertamos A ''olver el rostro hacia el lulgor de una nueva auro· ra, debemos gr'ltitud A los que lejos de la patrin co111b11ten por nuestra glori11, :\los que con el pincel, el ar.:o ó la batuta llev11n :\ tierra extrnña nuestro nombre, y que como el grnn nav'lrro, Acuyo homenaje me '1Socio, recuerdan {J. los extraños que aún conserva nuestro \'iejo solar algo más bello que Ja con· \'Cncional leyenda de cuchilladas y guitarras, y los enanos y las bruj¡is, en las que pinceles inspirados pero implacables, ofrecen el cundro triste de nuestrns delormidades. José Canalejas.• •Par:i tres generaciones de pamploneses, el glorioso nombre de Sarasate cs el slmbolo de la alegría y la lelicidad, como la bandern es el símbolo de In Pntria. Y nntc esa gloria sin igual de representar lo m~s risuei'lo, lo más dorado y grato de la vida de tres geaernciones de paisanos, tengo para mi que el grna D. Pablo, allA, en lo hondo de su corazón de oa\'arro y de pamplonés, se en· cogerll de hombros '11 pensar en las ovaciones inmensas, serias y g raves, de lns grandes capitales del mundo entero. fato vale más que aquello.¿\' erdad, Don Pablo? Ja11itr An•i.:¡11 y Go1·ri.:¡. •D11da la doctrina de Piu\goras de que el alma de cada difunto transmigrn en otro cuerpo, y que á la muerte de éste se in6hra en otro y así sucesiva· mente hasta su purific11ción, debe haberse dado en Snrasnte un caso estupendo de múltiple metempsicosis, inmigrando en él el nlma de todos los célebres violinistas, desde Pagaoiui hasta nuestros días; pues sólo así se concibe que posea 11. la perlección todos los elementos que constituyen kt música y que le hacen ser el rey del violía. Joaquí11 Salboch.• Poesía hallada en Villa-Navarra, entre los papeles del escritorio de DON PABLO SARASATE á quien está dedicada. •D' oit s' echappe la voix fremissantc et cachee Qui vibre daos tes doigts? Est ce une voix de fee, Dis·nous? Est ce un coeur d' homme nux pleurs harmonieux? Un sourire de lemme egare vers les cieux? Ce coloris des sons, fascinante merveillel Semble creer pour nous Je prisme del' oreille; Le coeur bat, I' llme ecoute et meurt de tes accents, L' i\'resse, a llots prcsses, ruisselle daos nos seas...

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