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-5U7- •Cumplicndo las disposiciones tl',sL\mcntarins de Sarasate, se \'Crificó el reparto ele In cuarta parte de 111. cantidad legado. por el ilustre finado pnra los pobres de P1tmplona, durante la celebración de los funcrnlcs. El repnrto se llevó á cabo en la plaza de toros por el teniente de ¡\lcalde iseiior :\ ldnz, y el Depositario municipal, acompaflados de dos auxiliares, del inspector sefiQr Moreno y de varios agentes municipales. En varios automó\•iles \'i11icroo ele Biarritz distinguidos extran– jeros, entre ellos el Embajn:l or ele los l!:st;\dos Unidos en Tu1·rt11ll\ con su fnmilin. Todos ellos visitaron h\ Catedral, presoncinroo el desfile del pueblo,.y comentaron con grnn entusiasmo las hermosísimas 1111\· nifestaciooes que duran te este di<> y los dos precedentes habían presenciado, tomando parte ellos mismos en el duelo que al mundo conmovla por la pérdida del excelso artista insustituible.• (Eco , Diario y Demócrata.) Pero como testimonio más conclnyente del juicio que me– reció á los extranjeros la actitnd del pueblo de Pamplona eon ocasión del fallecimiento <le su Hijo predilecto, debemos dar cnbida á los dos documentos siguientes publicados en todos los diarios locales: · l.º •Sr . Aleo.Irle de Piimplona. Al termina1· la gloriosa misión que la afectuosa confianza. que nuestro gran Sarasa.te depositar<\ en Otto Goldschmidt y en el que suscribe, séame permitido mnuifcstar á usted, scfior Alcalde, cuán sincera y profundamente agradecidos qucdnmos por el inolvidable recibimiento hecho por esta noble ciudad A los restos del amigo que Franci:i. restituye p:ira siempre A isu pátrin, después de haber tenido el insigne hono1· de contnrlo entre sus habitantes dumnte su, desgraciadttmente, demasio.do breveexisteocia. Los amigos y admirndores de Sarnsate, tan numerosos en Fran– cia, consh.lerií.banle como compatriota., y htibíanse habituado á la idea de que nunca enmudecería su mágico violín . Mas ¡cuán bre– Yes son los dulces suellosl Sarasate no existe ya; su n.lma n.dmira- 1.>le partió á fa. eterna mansión y su cuerpo duerme su último sueno b:ijo el suelo de s11 amada pátrin. Cruelísima habia de ser para nosotros la separacióu si el inol– vid1\ble recibimiento de los pamploneses no nos p1·ocurase el inefi\– ble ':Onsuelo de saber que no hemos podido encomendar á mejores mil.nos el precioso depósito quo nos fné confiado. Adios, insigne y querido Sn.rasMe; y si cierto es, que volve– mos á Francia con el corazón desgarrado, slrvenos d'3 lenitivo la grandiosa y conmovedora manifestación del alma espal'iola en tu honor. En nombre de los amigos de Francia y de todos los que alll llo– ran la muerte de Sarnsnte, rogamos á usted, senor Alcalde, acepte el testimonio de nuestra gratitud, y recibanlo también los habitan– tes de esta ciud1>d y los de las poblaciones que desde lt\ frontera basta Pamplona han St\bido rendir tiin dignamente el homenaje