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-581- colegio de Jos sefiores 'ffoartc; hub:> un;t not.i si mp!Uica y ·enterne– cedora, que cautivó ú. todos. Salió de su colegio Don José Maria Huarte y mientras en nom– bre de su sobrino D. Albcr:o Hnarte, entregaba una preciosa co . rona de Rores naturales, dijo estas palabras: • Adios, inolvidable Sarasatc. - Descansa en p:lz -Hasta muy pronto.• Con nlgunM parndas, lleg<tllll)S hnsta la parroquia. de San Sa– turnino. Detú,·ose la carroza delante del :\trio de csle templo, y el Ca– bildo pnrroquhil se incorporó ni cortejo para hnC'erse cargo del ca– dáver, formando entre Charles y la Presidencii\. Ln orquesta de San ta Cccili¡\ en el átrio, ejecutó á mar.lvilla la inspirnda ~farcba de Chopín • ( Dia1·io d e Navai·ra.) En la manifestación Je duelo lloraban muchos hombres; ¡y cuantos pugnaban por ocult:w sus J{igrimas! L a batuta del Sr. Laspiu1", secundada por los profesores de la Sociedad "Santa Cecilia,,, arrancó :í la masa instrumental una expresión de amargura y dolor, que n o se puede r epetir, sin qne se rcuue,·e la ca usa de aquel espectáculo. C!iai·les: •Charles, el lenlisimo !loméstico <le s.irnsatr', agitado convulsi– vameote, no pndo contener hls l:\grimns: Mminnba con la cabeza inclinnda en su pecho, llevando en sus manos la nlmobadilln como sosteniondo el peso de tnnln gloritt que yn no puede soportar el cuerpo iner te del grnn ni·tista. Charhis, detrlls del ataúd, era la noti:i saliente de la manifcsta.ción: no ha. querido abandonar un ius– tnnte il su amo, á quien acompaliarA basta su última morada. E1J el Ayuntamiento: A las nueve y media, lleg~iba In comitiva ft. In. Plaza Consisto– rial , incapaz á contener tanta gente. · La presidencia del duelo y comisiones entrt\ron en la Casa del pueblo y subieron á la sa1a anterior, cuyos balcones dan á la plaza. El ataúd y las coronas fueron subidos á la capilla ardiente: el primero fu é colocado sobre nna plataforma que levemente incli– nada so alza sobre el paYimento: las coronas fueron suspenJidas en las paredes de la capilla. Despedido el dnelo, el Ct\bildo parroquial rezó ante el altar de la capilla del Ayun tamienlo un responso en sufragio del eterno descnnso del nl m<t de Snrnsate. • (Dim·io da Navarm.) Pugnaba el pueblo por ver á Sarasate; por adquiri1· de pro· pio vissu el convencimiento de que aquel ataúd encennba al sabio y generoso; al patriota y nobilísimo hijo de Pamplona. Los gritos ens01·decedores en demanda de tal y tan dolorosa

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