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-580- Sr. Arnnguren, D. Antonio }.lillor, presidente del Orfeón Pamplo– nés, y D. Jonquln Mena, sobrino do Sarasa te. ( Dial'io de Navarra.) En el momento de iniciarse la marcha, una Yoz dijo: "to– dos descubiertos y á pié,,; por unanimidad, se descuurieron todas las cabezns, y nadie hizo mención de dirigirse {~ Jos co– ches. En esta forma fné acompaílado el cad¡\ver hasta b Oasn Consistorial; en el trayecto se impuso sepulcral silencio, ci1·– cunstaucias que imprimieron completo aspecto de tribulación al fún ebre desfile. cEn aquel momento empozó la grnndiosi\ manifestación de due– lo de la. que guardaremos eterna memoria. Este fué otro de los inst:intcs más culminantes. Aún se presenta. ante nuestra. vista aquel espectáculo que of'rc– cfa Pamplona el 4 de Julio cun nd l dispensó á Sarasate el último de los entusiastas recibimientos que se le han hecho, y al comparar el presente con el pasado, una honda pena se apoderó de nosotros. A los vitores, á los aplausos, A las aclamaciones, á los cohetes, ha sucedido el silencio de la muerte: ¡Ya no \'Ol\'eremos á verá Sarasate! La carretera de la Estación, tan animadn otrns veces, estaba ayer pavorosa; la animación que derrochaba el pueblo al acompa– narle, ha sido trocada en tristeza. Ayer, ayer también estaba lle1rn de gente lo. carretera; pero unos blandones alumbraban el espacio, y antes lo nlumbrabtrn las teas, lo animaban los vitores. Asi, respirando dolor, en un ambiente de amargurn, subió In comitiva basta la Puerta Nueva. Alli se incorporó al fún ebre cortejo el Orfeón Pamplonés, cuyos individuos salieron vestidos de uniforme, con hachas: los orfeonis– tas, con el estandarte á la cabeza., formaron dos prolongadas fila,; A los lados de la carroza; delante de los orfeonistas formaron los asilados do la. Casa Misericordia, también con veltlS. Asi llegó el cortejo hasta Ja parroquia de San Lorenzo. • (Eco y Dial'io de .Navarra.) En/rada en Hm171lo11a: •Ln bandn del regimiento de Constitución se incorporó á la co– mitiva, sustituyendo A la de América., y durante el tránsito fué to- cando marchas fún ebres. . El cor tejo siguió el itinerario en l& forma descrita.anteriormen– te. Lo. calle Mayor ofrecía desde Taconern. un golpe de vista sor– prendPnte, y do marcado sabor fúnebre, cual correspondía :\ l:i. so– lemnidad que se realizaba.. Las aceros estaban completamente in\'adidas, y en los balcones ya nadie cabfa. Púsose en marcha el fún ebre cortejo. Por un momento In, co¡nitivu suspendió su marcha al llegnr &I

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