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-5G9- guiente <lía en el cementerio de Pamplona, cumplién<lose de esla manera los deseos dt:I ilustre personaje. Comencemos el relato, reconstituyamos la crónica de aque– llos actos lnctuosos en los que se patentizó el duelo popular tan elocuentemente; pal'!\ ello me si1·vo, sin prefe1·encill, de to– dos los periódicos locnle$, comenzando por los de Bayona y l3ifln•itz. sig11iend1, por los ele $;111 Sebastián, y ter01i11ando por los de Pamplona, sin omitir á los mejor in formados de la Corte: "Próximamente á h1s nueve y media snlía de Biarritz la fí1- nehre comitiva. "Villa-Navarra,,, la pintoresca residencia del finado Sarn– rasate, aparecía con severns y lúgubres adomos. Negros tapi· ces con franjas bhrncas c ubrían la fachada de la villa. Sobre la puerta principal aparecía una S de gran tamaño. Frente á Villa-Navarra formó una compañía del 49 de infantería dP, línea, llegada de Bayona con el exclusivo objeto de rendir honores á Sarasnte, como oficial de la Legión de Ho– nor. Al pasar el féretro, cometas y tambores de la compañfo. tocaron marcha. Unas y otros se hallaban completamente C1.1bier tos de un c1·espón negro. · En el ámplio jardín de la pinto1·esca mansión, bajo gran toldo, IRs orquestas reunidas de los Casinos Municipal y Belle– v11e, constituyendo nn núcleo de más de ciento cincuenta Pro– fesores, interpretaron magislralmente, bajo la batuta del afa– mado Maest.ro Mr. Coste la he1·01osa marcha hlnebre de J uana de Arco. Los doloridos acordes se dejaron sentir tristes y do– lientes1 hastit que se perdió de vist~, camino de la estación, la numerosa comitiva, 01·ganizada en esta forml\: Cabildo de San Carlos. Carroza con coronas. Lujosa carroza tirada por cuatro caballos con penachos, y glliados por seis palafraneros con los restos mortales de Sara– sate. Las cintas del féretro las llevaban el Alcalde de P amplo– nn, el de Bianitz, D r. Blazy, H uarte, banquero L econte y Otto Golclschmidt. A continuación marchaban conduciendo las borlas de pafios negros, el Consul de Bia1Titz Don Enrique Gaspar, Sr. E slava, Don Antero de frazoqui y comisiones del Orfeón y Santa Ce– cilia. Detras el duelo, con In. comi>1ión del Ayuntamiento de Pamplona, toda la colonia española y todo Biarritz, pues pue– de asegurarse que ni un sólo vecino de Birm·itz quedó por to– mai· parte en la grandiosa manifestación de duelo.