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- M5- nucstro Santo pl\lronc cont¡\rit\n indefcctil.>lomente corr el número más saliente: el único s:iliente 0:1 1111 progrnma que en seis djas, es como todos los programas similares. En lo que no podía igualarnos pueblo a,lguno, era en contar con b~rnrnno tan carifioso y de tanto valer . Ya lo vimos: de la viveza de su expresión, sólo iba quedando el brillo de sus ojos; la penetrnute mirnda de aquel genio: ·eu lo.de – más, el color de su semblante revelabaqueaqnella existencia esta– ba minada; y no fuimos nosotros los únicos que temimos qué ~li\ no lo volverlamos á ver. Desgracia.damonto fuimos profetas dé ·augu– rio tan triste. Descanse en p(l,z. Pero si los hijos se deben á sus padres; y si Sar¡\S(l,te htt dado A todos el buen ejemplo de ser el mejor de los hijos, algo deben. los padres al hijo que en formn t(l,I se ha. distinguido siempre. · Y si la prensa toda del mundo entero, y si las re,·istas artfsti– cas y todos les centros en que el Arto se culti\·a, dedicarán segu· ramentc un recuerdo enLUsiasta al artista !Sin rival, ~amplona, NtLva1-ra entera, se halla en el caso do honr:i.r, como se merece, la memoria. de quien P.n la esfera del Arto tan nito puso su nombre; y Jo. del hijo amantísimo, que llevó el amor}\ s11 p:itria basta. el últi– mo limite, cantando en todas partes sus grnndezas, haciendo sen– tir en todo el mundo los dulces acentos de nuestros dnl<'es Ct\ntA.– res; y deseando atesorar en su errante vicio. los aplau~os y triunfos que ano.nea y ~onquista el genio, para venir trémulo de entusias– mo ií difundirlos en el altt\r de Ju patria querida. iSarasate bti muerto! ¡Vi va S:wasatc! Que Nnvarrl\ y Pamplont\ cumplan con su deber. Es/m1islao A1·011zc1di.• Bu su parte informativa , agregaba Dial'io de N<1ran·a los siguientes párrafos: •Tan grande, intenso y profundo, ha sido el dolor causado por la muerte de nuestro inolvidable Sarasa.te, que nadie concedlti ve– racidad A la noticia. Ha. acontecido, como suele en las grnndes des– gracias, en que las persouas más allegadas no se dan cuenta de tan luctuosa situación hasta que transcurren los primeros mom; ntos y se dti tle mano til dolor para dar lugar A la reflexión, que con la tétrica notti de la realidad, lleva el convencimiento á nuestro atri– bulado corazón, de la inmensa, de la. irreparnble pérdida que enton– ces arranca copiosas lágrimas de nucst1·os ojos, parn avivar el ca– rifio que sentfamos por el muerto, y dedicar sentido é inenarrable recuerdo á su grata memoria....... . Aún vibran en el espario, aún resuenan en uuestos oídos, aún repercuten en los ámbitos todos del teatro, aquellas explosiones de entusiasmo, aquellos aplausos ensordecedores que llegaron basta el alma, alma sensible como de artista, de aquel eminente violinis– ta que al recibir de manos de nuestro. dignlsima Autoridad local las insignias de la Gran Cruz con que recientemente habla sido condecorado, fué objeto de un homenaje que perdurará como pági– na culmi111inte en la. gloriosa y triunfal carrera. arlfstica. del emi– nente Sara3ate: este homenaj e ha sido la última manifestiición que
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