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- 558- Aparece en el estrado el mago del arco cou su Sti·adir.m·i"s en– cantado, por el cual ofreciera en vano un yanqui 20.000 dollars relucientes. El arco vencedor ataca las cuerdas con gracia y nobleza, y notas puras como el cristal vuehrn, aladas y radinntes, ya expre– siindo canto serAfico, ya enlazllndose en ll uvia de estrellas, como un fuego artificial. El magnetizado1· armonioso fascina á Jos más indiferentes, y el encanto opérase en todos. >.Es un violln, ó es una voz que canta y prodiga maravillosa melodía? No se sabe nada: se olvida todo, se admira y se suena. Sarasate, que viaja todo el alio, dando en todas partes co:1cier– tos en que la gente so 1\tropelln y lo aclama, es el artista. predi– lecto de los Reyes de Europa. A estos y A todos los triunfos, pre– fi ero su temporada anual de reposo en Pamplona. Solicitado por los grandes públicos, el gran artista pasaba fue– ra de Espafia la mayor parte del afio. Pero era siempre un espa– fiol de corazón, que nunca olvidaba, en medio de sus apoléosis de glorh\, el nombre de Espal'!a. 'rodos los anos, al aproximarse las tiestas de San Fermln, Sarasa.te venia, como en peregrinación, h pasar unos días en su querida tierra navarra. Sus paisanos, que le adoraban. le hacian recibimiento espléndido, lleno de carilio y rle entusiasru), y A tal agasajo correspondla el gran artista deján– dose oír en los conciertos que organizn. a11unlmente la Sociedad de Santo. Cecilia. La presencia de Sarasa.te era un número interesa11- lfsimo de las fiestas de Su.n Fermin, que h principios del mes de Julio celebm la capital de Navarra. Cuantos aman el arte y cuantos son de\'otos sinceros de las glorias españolas, llorarán con hondo sentimiento la dolorosa. pér– dida nacional. Todos también rendirán A su memoria el tributo perdurable de admiración que se debe á los verdaderos génios. Sarasate ha muerto. El gran artista comienza á vivir la vida de la inmortalidad.• En los días consecutivos, amplió su in fo rmación el mismo periódico con los despachos siguientes: 1. 0 •Hace cuatro dlas estreché su mano en In terraza del Casi- no. . Su rostro, su aspecto, mellan miedo: llevaba en ellos lassenales de la muerte. Sarasate no hn. muerto de repente; se ha muerto despacio, len– tamente. Desde su enfermedad del afio anterior, ibn camino del sepulcro. Oí sus dos últimos conciertos que dió en Francia...... .. Fueron dos maravillas: Paris le tributó dos ovacioucs inmcnslsimas. Lasa– la inconmensurable del Trocndero rebosaba do gente. Sarnst\te realizó aquellos dos dlas gigantescos esfuerzos. Hubo quien temió entonces verle Ct\er muerio ante el público cosmopolita que acudió A rendirle un tributo elocuente de admiración. · Las fuerzas de Sarasute estaban ya agotadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . En Biarritz se le vela á todas horas y por todas partes. Sn si-

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