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-~55- petuará parn siempre, paro. noticia de las generaciones venideras, el nombre del más grande de sus hijos. Te nbraza tu hermano, Alberto.• Pamplona 28 8epticmbre 1908. La misna BOche de su defunción, el cadaver del artista único, del maestro insuperable cuyo pnso á la vida eterna ha– bfnn de llorar amargamente todas las naciones, fué cuidadosa– mente embalsamado, y en su lecho mortuorio quedó expuesto ni público, rodeado de flores, en el salón principal de Villa– Navana, convertido en capilla ardiente, hasta el día 24 en qne, pnrn ser trasladado, cumpliendo sns disposiciones, á la ciudad nntiva, fué encen ado en triple caja; la interior elemadera fo rrada de terciopelo blanco; la intermedia de plomo; y la exterior, de roble blanco sin nudos, elegantísima, finamente barnizada y adornada con magníficos herrajes de acero brnñido, tripl.is y robustas anillas ¡\ cada lado, y tres abrazaderas del mismo me– tal; sobre la cubierta destacábase un gran Crucifijo de igual material, y una mirilla cuadrada que, al set· abierta, permitía contemplar cómodamente la cabeza y part~ del pecho del en · davcr. La tapa, sujeta con brnñidos tornillos en toda la long i– tud del féret.ro , presenta en los lados menores correspondientes á la cabeza y á los piés, cuatro grandes sellos, de lo:. cnales dos en lacre negro corresponden á la Villa de Biarritz, y los otros dos en lacre rojo al Consulado de E spaña en Bayona. Encargados del embalsamamiento fueron los Drs. L ostalot y L e Piez¡ tet·minada. esta operación, el cadf\vet· fué colocado en su lecho mortuo1·io, materialmente cubierto de flores, que el mati·imonio Goldschmidt hizo arrancar del jardín de Villa Na– val'l'a¡ la. estancia se hallaba eulutadaé invadida de plantas y lu– ces; las manos, qne tantas armonías produjeron, estrechan aho– ra la efigie del Redemptor Crucificado¡ á los piés, sobre un al– mohadQn de terciopelo se ven las bandas, plncas, cruces y. me– dallas con que los Sobe1·ano:i del mundo gala1·donaron al Rey del violín. Monjas dominicas velan el cadáver y elevan al cielo las plegarias del "De profundis. 11 El atribulado Secretario, milagrosamente dueño de sereni– dad y valor , aunque torturada el alma por la catástrofe, tras– mitió la fatal noticia á la familia, corporaciones y personalida– des que tenían derecho á ello, y á Monsieur Delorme, Notario de París, para disponer en vista de las manifestaciones de éste, cuanto fuera procedente. Durante los días siguientes, la fúnebre estancia fué visita-

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