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-540- quilizó. Contc11to de la experiencia, en vez de acostarse como solía hacer hasta ahora, se quedó levantado y se puso á componer du– rantil toda la tarde, Veremos si sigue así hoy. Buena sefial que puede V. hacer stiber á sus paisanos. El dla 10 es su cumpleatl.os y quizá lo pasará regulllr, de todos modos, mAs tranquiio. Su affmo. Otto.• A los pocos días el periódico local Diario de Navarra apor– taba al pueblo nativo del artista celebérrimo, la consiguiente satisfacción, publicando otra hoja extraúrdinaria, cuyo conte– nido transcribo: «La Salud de Sa1·asate. Suplemento al número 1303 de Diario de Navar1·a. París- Conversando humorísticamente 'el Sr. Sarasa– te con los periodistas que han ido á visitarle, ha relatado á estos el accidente ocurrido en Darmstad, en la forma siguiente: •Rabia recorrido triunfalmente las ciudades de Polonia alema– na, Silesia y grnn parte de Alemania. Hacia, varias semanas que venüi. padeciemdo de bronquitis. Esta se agravó íi. causil. del mal tiempo debido á la temperatura excesivamente fria que reina en aquellos países; pero yo, poco aprensivo y confiado en mi robusta 11t"1.turaleza, no me preocupé de cuidarme. Asi llegó la noche del concierto. En la primera parte arrebaté al público que llenaba la sala, el cual me prodigó una série de aclamaciones que parecfan no terminar nunca. Durante el intermedio me retiré de la sala; más sin duda á causa de Ja notable difernncia de temperatura reinante entre el interior y exterior de la sala, fui víctima de un ataque de enfisema que me oblígóáretirarme inmediatamente del teatro al ho– tel en que me hospedaba. Los primeros auxilios me los prestó el pianista Sr. Sobrino que me acompafiaba al piano. Como Ja enfer– medad requeria varios días de cama y cuidados, decidí venir á l:'a– rís. Los facultativos opinan que dentro de poco tiempo podré salir Ala calle completamente restablecido.• El gran artista navaúo es visitadísimo por personalidades de todas las clases sociales Sarnsate conversa afablemente con todas ellas. Sancliez llle?·a.• Confirmación repetida de tan halagUeñas esperanzas, cons– tituyó la nueva carta que copio, dirigida poi· M1·. Goldschmidt á Don Alberto Huarte: •París ~8 de l\farzo 1907. Querido Huarte: Don Pablo se está poniendo cadti. día mejor; sale y toca casi sin fatiga. Dentro de poco todo estarlt en buen ór– den y no faltarán números brillantes en los conciertos de San Fer– min. Todos los honores que puedan Vds. los pamploneses echar so– bre su hijo predilecto, son honores que recaen sobre Pamplona y sobre sus paisanos. Los Reyes que.han sabido protegerá un Velaz-