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-539- •Paris 25 F ebrero 1907. Querido Huarte: Recibo su grata y roe apresuro á darle "'t'a– cias por el carifio demostrado, tanto de su parte, como de la de todo Pamplona, de lo que no dudamos un instante. Ayer escribi á Don Juan que habla mejol'ia por la 1mtflann. Como V. comprenderá, llegó Don Pablo del viaje sofocado, sin poder casi andar , pero con energlas. Tenia yo prep:trado 1111 sillón de ruedas; así que salió de la estación, sin fatiga y en un automó– vil llegó pronto á su casa, bien calentada, en la que demostró su gran contento de no hallarse ya en Hoteles. Nuestro médico, Dr. Bernier, le recetó enseguida cataplasmas, sinapizados, que hicieron poco efecto. Ayer larde lo aplicó ventosas en la espalda y esta ma– riana lo mismo en el pecho, con mucho efecto. Como nunca se ha querido cuidar, nos sorprende que aborn. se deje hacer todo esto y cómo toma las medicinas que seguramente le aliviarán de este a ta– que. Si bien será dificil curarle radicalmente su tos, contamos que dentro de pocos díns se podrá mej orar y tomar fuerzas. Su cora– zón y estómago están buenos: come poco, pero lo bastante. No tie– ne fiebre. L'\ debilidad vino de que no comió en "iaje cnsi nada nlgucos días; me dicen Sobrino y Charles que no les fué posible conseguir que comit>rn. Sin embl\rgo, tocó en Wiesbaden con or– questa; se cansó de tocnr dacnpos con nn público loco de entusias- mo. . . . . . . . . . · Aunque Sobrino y Cha rles (que cuida muy bien á su amo) opi– nar :rn por no irá Darmstad, se optó por ir por ser tan cerca. Y s u– cedió Jo que VV. s:iben por telegramas. Al saber yo la gravedad del ataque facilité á nuestro querido enfermo la salida del paso, diciéndole que anularla en el acto los 18 conciertos que fl\ltabnu para que volviese aquí á curarse. Con– sintió, y tuve que soltar el gran petardo. Figúrese las quejas que llegan de los empresarios de lus ciudades donde los concier tos de– bían darse en los próximcs dias. Hasta anoche no habln llegado el telegrama del Sr. Alca.lde de esa, pero ahora voy ú cnsa de Pablo y le leeré la carta do V. que seguramente escuchal'I\. conmovido, como yo lo fui al leerla. . . . . . De prisa un abruzo de su affmo., Olio. A la una de la tiwde: He visto ú D. Pablo; ha dormido bien ; si– gue mejor. Médico contento. Se queja de debilidad. El quisierl\ cu– rar en un día!• A la minuciosa carta transcripta siguió otra, del mismo origen y con ig ual destino, corroborando las buenas impresio– nes co11tenidn~ en la precedente; y siete días más tarde la que copio, confirmatoria de una franca con"alecencia: • Paris 8 de Marzo de 1907. Querido Huarte: Ayer Pablo sacó su violín para ver si le tem- 1.>labn. el pulso. Al comenzll.l' un p.oco, y 1\ los diez minutos se tnm-

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