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-538- grandes fríos q ue en aquellas época y comarca les acompaña– ron; en esas condiciones comenzó el 10.• de dichos conciertos en Darmstad el 18 de aquel mes. Inquietud y alarma extraordinarias llevaron al mundo del arte las noticias que los hilos telegráficos, partiendo <le Darmstad, clifunclieron por Europa toda, el día 19 de Febrero de 1907; según los despachos desde dicho punto trasmitidos, Sarasate habfa tenido que intel'l'nmpfr su concierto del día an - terior en dicho punto por haberse sentido aquejado de una indisposición cuyos caracteres, desgraciiulamente, revestían evidente gravedad. No menos impresión causaron en Pamplona aquellas noti– cías al ser conocidas del pt'tblico por medio de la hoja siguien– te, distribufrla iÍ sus abonados por el Dircl'in rle Nai·a1'1'Ct. •Suplemento exfl'aordin(l.rio. Madrid 22 á las 15 horas: Telegrafían de Dartnstad que el eminente \'iolinista pamplon('s daba un concierto en el Tetitro y después de ejecutadn 111. primera parte entt·e frenéticas manifestaciones de entusiasmo, se -aguarda– bacon impaciencia la segunda.. Como el descanso se prolongara mucho, se inició entre los espectadores una protesta contra !il. empresa. El Director del Teatro anunció al público que el músico insig– ne habíase sentido repentinamente indispuesto, lo cual le babia imposibilitado para continuar el concierto. La noticia produjo en Ja concurrencia impresión enorme. Los espectadores, muy emocio– nados, desfilaron por el escenario, mostrando grnn interés por co– nocer la. indisposición del artista navarro. El telegrama. no da de– talles acerca de la enfermedad, si bien deja traslucir que esta.ofre– ce alguna gravedad, Sancbez Illera. • Las miradas todas convergieron en la hermosa ci~ida.d ale– mana, y diversos telegramas partieron de P amplona en de– manda de nuevas impresiones; así mismo y con igual ansie– dad se dirigieron á París, donde. se hallaba Mr. Góldschmidt, otros despachos, todos los cuales fneron contestados en senti– do algún tanto tranquilizador. En efecto, una ligera mejoría iniciada en el estado del pa– ciente consintió proyectar á las 48 horas, y realizar á los cua– tro días, la marcha á París, con toda clase ele precauciones. Efectuada ésta, Mr. Goldscbmidt dió cuenta minuciosa del estado del eminente artista en la carta siguiente, que una vez instalado t!l enfermo en su casa de París dirigió á Don Alber– to Huarte, Presidente de la Sociedad " Santa Cecilia":

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