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-624- . da en mejorarlas, pero sus admiradores no podemos alcanzar á tanto, como lo demuestra el hecho de que Sarasate ejecutó centenares de veces ambas corupo:;icionei¡, en particnlar la se– gunda, en todas las partes del mundo. Esta composición está · dedicada á su amigo Arthu1· Napoleao, de Río-J.ineirn. En caso semeji\11te se halla la obm catorce e Frl'isclwlz,, y forzoso es reconocer que del primer grupo á. que me vengo re– firiendo, era p1·edilecta de su autor, quien la ha ejecutado mu– chas veces en cuantas naciones recorrió. Con relación á la obra 17, transcribo lo que la prensa de Pamplona escribió en Septiembre de 1907: •La preciosa revista •Música•, que monsualmen te se publica en la capital de Francia, trae, en el actual de Agosto, un suple– mento musical extraordinario; y, entre las obras que publica, hay una famosa composición ptU'a violín con acompalíamiento depiano, titulada • Priéré et Berceuse•, que Samsato compuso, allá, hace medio siglo, el af\o do 1861, t?) cuando nuestro gran violinista, que andando el tiempo hal>ia de dar ~ntos dins de gloria. á su patria, contaba apenas 17 anos. Es esta página musical una bellísima plegaria y canción de cu– na., que une, Auna suprema sencillez, todo el encanto severo de la melodfa religiosn.. Después de tantos alios que se editó la obra, la empresa edito· rial de la revista mencionada ba querido avalorar su mérito 1·epro· duciéndola en su úhimo número. Es un nuevo honor á nuestro paisano.• · La obra 18 "Ail'es españoles,,, en verdad no era la más fre– cuentemente inclnída en sus prog1·amas, pero tampoco serÍI\ de las menospreciadas por su autor, pues la encnent1·0 entre las que ejecutó en Méjico (Abril 1890), en San Sebastian (Marzo 1880), en Londres, (varias fechas) y en Alemania, no pocal! veces. La señalada con el núm. 20, figuraba con predilecci6n en los programas y ha valido á su autor muchos aplausos; siendo tanta~ las audiciones dadas de ella, aún en los últirr.os años, Sarasate no la desdeñaba, lo cual no hubiera sucedido si este habría advertido desvío hacia esa obra entre el público. Fué editada en la antigna. casa Bartholf SenH, ahora "Simrock,, de Berlín. Buena prueba de su valía es que por su gran lucimien– to, la ejecutó con mucha frecnencia¡ y por ello la prefieren to– dos los violinistas, pues no hay uno que estimándose en algo, no la incluya en sus pro~ramas: la última vez que Sarasate ejecntó esta composición, fué en el concierto pentfüimo de su existencia, el 11 de Julio de 1908, ante sus amados paisanos. Esta obra, una de las más bellas nacidas de aquel privilegiado cerebro, está dedicada{~ Frederic Szarvady, amigo de Don Pa-

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