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Capitule 3.º LOS VIOLINES DE SARASATE. - - --101---- !~. ' 1 ~) • o se vnn á tiscnchar ahora, por dei;gracia: t.an solo va á conocerse en este capítulo su historia y su destino, asunto que he crei<lo mny digno de o~upa1· la atención, sin más c11.nsa que la im– portancia adquirida al haber sido propiedad del sin rival violi– nista. Para que mi relato alcance todos los caracteres de verdad y ex<ictitud que dejo solemnemente prometidos, he investigado en las fuentes de la autenticidad y gracia.s á la decidida entu– siasta cooperación de l\lr. Otto Goldschmidt, confidente y gufa, consejero y celoso Secretario de Sarasate, puedo garantizar la indiscutibilidad de cuantos pasajeR, como éste del presente li– bro, son debidos al Sr. Goldschmidt, .: alemán de nacimiento y espai'íol de corazón,, en quien se asocian por tanto, admirable– mente equilibrada¡;, la irreprochable formalidad de los hijos del Norte, y las entusiastas fogosidades de nuestra tierra meridio- ual. · A pesar de cuanto se diga y repita sobre el particular, cua– tro, ni niás ni menos, (a) eran los violines que Sarasate posefo. al cerrnr sus ojos: así me lo nfirmó desde luego su colega y amigo D. Santiago Vengoechea, mi querido pariente, al qne ,(1\) Me refie1·0 tan soto 1i los Jigno$ <le $Cr historiados.