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- 503 -· Prodigioso desde su infancia, npcnns tenia diez anos cuando to– có en presencia de ht reina lsnbel de Espalía, quien admiró su iu– tnición artística. Después se • inició aquella no interrumpida série de triunfos que hicieron glorioso su nombre en todo el mundo. Viajó por In Euro– pa entera; estuvo eu Oriente; recorrió 1(1. América del Norte y del Sur; inc,rnsable, fué dcrramnndo por doquiera los tesoros de su ar- te ínsuperado. • l\!ax Bruch, compuso para él su segundo concierto y laFantas!ii escocesa; Lalo, su primer concierto. Con la música modern!sima alternaba la de los clásicos del violin; su perfecta e11tonación, la técnic:\ •impecable>>, la pureu1. diamanti1m del timbre, la sonori– dad dulce y llena, la extraordinaria elegancia. y Ja sinceridad del sentimiento, le permitlan afrontar victoriosamente todos los estilos y todas las escuelas. Sus composicionP.s, en lits cuales reviven sus grandes cuaiída– des violinísticas, figurnn en el repertorio de todos los concertistas.• De otro diario germánico transcribo lo siguiente: •Sarasate ha recorrido todos los países del mundo accesibles á Jos efectos de Ja música occidental; en lit Amél'ica Central y en Turquía basido tau •ívamente agasajado como en Frttncia. y en Alemania, que visitabA. hi•ce y:i. más de treinta afios. El repertorio de Saras:i.te comprendía p!'incipalmente algunas •Báquicns., el Concier to en modo menor de Saint-Saens, lit Sin(onfo Espc11iola de Lalo, la Pantasíct Escocesa, que le dedicó Brut b, algunos Roct1wno.~ de Chopln en re bemol y si bemol, en especial et llamado «Noctu1·– no del suspfro• , y varias piezas de vivo color nnciolll\l y originn– les del artista, que lo mismo que Ja universalmente afamad<\ •A ires gitanos•, y los hitilablesespafioles, se prestabanálaespecia– lidad de sn estilo. No era en verdad un programa. exten:so el que Sarasate afio tras afio desarrollaba (a.) ge1:enilmente acompa!lado de la Sra. Berta Marx-Goldschmidt, una pianista de exquisito gusto que se sabia 11justar admirablemente al violinisia; pero la excelente i11terpretacióu de estas composiciones, entnsiasmaba una vez más. Sa,rnsate juntaba á una irreproch:1.ble , brillante, escogi– da en tonación en doble cuerda y arpegios, una técnicti sobremane– ra eminente, cuyo estilo peculiar le permitía acomodar en el espA.– cio de una abertura de un solo arco (por decirlo así, de un tirón) la plenitud de notas constituida por Yarios A.reos de repartidos crescendos. Este era el encanto del mago de incomparable dulce sonido, cuya fragancia y suavidad nos hechizaba.. Un artista de originalidad extremada é insuperable ha desaparecido con Sarasa– te; con é! ha pasado á Ju. tumba una destreza que en estos tiempos de nllevas tendencias queda sin sucesor . ¡La última estrella del beU canto instrumental, se ha apagado con Ja. muerte de Pablo Sarasate!• De la llusfraci611 Italiana - 27 Septiembre 1908 •A Jos diez allos obtuvo-ve1·dadero prodigio- un gran éxito eu la Corte de Madrid . (a.) Suponemds que después de leer el present-e libro, rectificará esta Rpreciaeión el respe· table crlLico que omite, entre otros autore.l, A. todo» los clthicos.