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....:..501- mamente, no dejf1 do ser :i.lgún t.mto h11mo1·istico. ¡Con el mismo derecho se poclria inculpar t\ h\ Patti, que olla no era la Eisa so– nada en el Lohengrin. Resultaría cómico el reproche. El art~ de Sarasn.te encontró en los diferentes conciertos de Max Bruch, Beet– hoven, l\Jozart, Lalo, Saint-Saens, m1 pleno dominio, donde reina– ba él como incompani.ble maestro. Obras de virtuosidad, como la Sttite de Raff y ante todo las maravillosas Danzas espaiíolas do su propia pluma, constitulan la demostración mAs brillante de su des– encadenada, embriagadora y graciosísima manera de tocar.• - - - •O·- - - De Le guide musicale ele Bn1selas: •Al comenzar el último to1·cio del siglo pasado, obtenida su inde– pendencia personal y oconómicii, y creada ya una personalidad y renombre en el mundo de la música, inició es11 série infinita y con– tinua de viajes que ha11 hecho de Sarasate.el artista más movido y mAs universal de todos los conocidos~ Acuya vida parecía predes– tinarle su salu-:1 á tod1~ prueba, su agilidad ideal y sn carácter abierto á todo trato. No hay centro musical en ambos continentes, no hay una corte real, ni un gran tcnrro, ui gran sala de conciertos, donde nquella personalidad no hayo. sidn aplaudida con las más vivas muestras de simpatía, eutusinsmo y admiración , y brillado el singular tnlen– to de Sarnsate, porque en rigor de verd1\d, él reunin. todos los atrac– tivos y seducciones, y jamá11 arco alguno ha cantado como elsuyo. Su eminente compaliero Armand Parcnt, en una carta emocio– nante nos dice: •no hay en el mundo violinista que no se haya sen– tido subyugado por los dones únicos que posela este artista mara– villoso. La cristalina sonoridad que él arrancaba á su Stradivarius, no ha sido, á mi entender, obtenida por ningún otro de los existen– tes; el mecanismo de Sarnsate, era así mismo personalísimo; y en cuanto [¡ dificultades, ningún otro lhi jugueteado con ellas, con la pasmosa facilidad que el ídolo de Pamplona•; agreguemos á esto s u estilo encantador y su gusto irreprochable......; en prueb11 de ello, basta ha tenido In delicadeza de no inundar el mercado con sus propias composiciones, imprimiéndolas eso sello peculiar que hará queden como documentos sin rival en éste género las transcripciones de las danzas de su tierra y las melodías espaftolas para violín (especialmente sus 4 volúmenes de danzas)........... • H. ele C. De una Gaceta ale.maii.a: •En Febrero último dió Sarasa.le, acompafiado de Berta Mnrx-Goldschmidt, su último concier to en Berlln. La vasta sala del teatro apenas poclla contener el número de admiradores y ad– mirndoras que se dejaban arrastrar por su a1·te prodigioso. Otra vez p'Udo ver y sentir el partido que gozaba en la capital del Im– perio, y cómo dominaba por influjo de su violln mágico en todos los corazones; y tanto por esto, cuanto por su elegancia personal, causaba verdadera sensación en la maSt\ del público, sugestiom\n-

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