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-499- paladinamente-es más elevado que cuanto he escrito para violln– pero Ja masa profana, la remat,adamente ignorante, aunque pre~ suntuosa de critica, ha tardado muchísimo tiempo en compren– derlo. He contado á ~farie Solda.t, cómo Jo tocó Sarasate en cierta oca– sión, casi á obscuras en un gran templo, donde le escuchaban más de 6.000 personas, (<t) y seguí refiriéndola varias otras curiosida– des y entre ellas, cómo surgió en mi Ja concepción de esta severl– sima obra: ocurrió que el ano 1877, dimos Sarasate y yo un paseo eD coche desde Wiesbaden á Maguncia, durante una mafiana de Febrero, hermosa é iluminada pálidamente por una luz más bien de alba que de mediodía, á la vistti del Rhin majestuoso, y entre las variadas manifestaciones de una vegetación melancólica y atrayente. Me refe<rln Sarasa.te las guerras carlistas, describiendo con la riC•l paleta de sus palabras poétiras, de su espléndida ima– ginnción y de su feliz memoria, In tierra y el ~ielo, Jos valles y los bosques, los rios y los montes de su tierra querida; cantaba á ra– tos c~inciones espaflolas, esbozaba algún suceso sangriento, algún episod io guerrero...... Mi imag-inación vió las montañas de Vasconia, tristes é ilumina– das con palidez; las nubes de pó!\'ora arrastradas por la brisa; el campo de bntalla abandonado por lo;; combatientes, á trechos cu– bierto de rojas mi\oehas, sembrndo de metálicos despojos, no soli– tario, porque las aves de rapifla revoloteaban en él. 01 los son idos lú;:tubres, vag-os é inciertos de una marcha que á luego escuché cl<im ~· distinta; fúnebres taliidos de distantes campanas, A un la– do; melancólicos clarines con sordina de otra parte........ j;!i 11 Jj j Ji ¡ilJ eJ. p¡ y i1 luego l11s dolíentes quejas de 111 mujer abandonada: Así fueron ordeni111dose en mi ·espfritu los elementos de esta c·omposición extraordinaria on su conjctnto. ~ Bien puede jactarse Sarasate de que ésta obra ha sido inspira– da por él, y de que sin él no existiria. Otro tanto diré de la Fautasía escocesa, que igualmente debe su existencia ¡Í. impulsos poéticos de Pablo. Todos estos bellos recuerdos siguen viviendo en mi interior, y \") :)an bidro el R~1'1, de Madrid.