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-473- del violinista inmortal, que SARASATE CULTIVABA TODOS LOS GÉ– NEROS, l" QUE EN TODOS ERA ¡¡¡SUBLIME!!! Y háganos el obsequio de seguir leyendo el autor de las erróneas líneas últ.imnmente transcriptas: Una de las veces innumerables que Sarasate ejecutó la So– nata á Kreutzer fué en el Palacio Barberini, de P ostdan, acompaíiado por Madame Marx. Prolijamente se ocupó la pren– sa. local de a.qucl acontecimiento musical, afirmando en s(nte· sis y términos categóricos que: •Aquel!A. ejecución fué lo más marA.villoso, elevado y seductor que pueda demandnrso tí. las cuatro cuo1·das del violfn y A la cla· viatm·a de un piano; el público quedó estático y hechizado unos momentos, á los quc siguió formida,ble tlclamación, ta.u expontimea. como entusiasta, y tnn duradera que si nó hubierasido por conside· ración á Ja tremenda. labor de a.robos artistas se habrhi prolongado Ji\ noche eutera. Las inmensas dificultades de interpretación y eje– cución que erizan aquella gmudiosa concepción, fueron magistral– mente sobrepujadas con uua naturalidad y sencillez únicas sin du– da entre les artistas conternporáneos.... .- L a prensa alemana y las crónicas mnsicnles rebosan testi– monios idénticos al qne dejamos evocado. Otra de las últimas veces que Sarasate ha tocado en Ale· manía la Sonata á l freutzer ha sido en Ileilbronn el día 17 de Octubre de 1907.; la impresión que recibió el p l1blico-según se expresa una importantísima revista musical-al ofr las pri– meras frases del andante, dichas del modo que lo hicieron Ber– ta Marx y Sarasate, fu é tan íntima que el pítblico en masa no pudo contener su emoción, y prorrnmpió en aclamaciones de asombro y entnsiasmo sostenidas largo rato; toda la prensa se hizo lenguas de la perfectión extrahumana con que ambos ejecutantes interpretaron la magistral obra. El concierto fue una jornada de gloria y hono1· para ambos génios de la m(1si– ca. (Así acaba la aludida crónica.) Y después de esa fecha continuó ejecutando In Sonata á I<1·etttze1· (el adagio, presto, andante y final) el 18 de Octubre en P fo1·zheiu y el 23 en Darmstad y el 28 en Mulhousse, y el 6 de Noviembre en Stuttgard, el 21 en Halle y el 26 en Mil– heim; y el 1 .º de Diciembre en Iserlbonn el 3 en Mnnster y el 5 en Elberfeld. Y en Suiza en Enero, y en Italia en F ebrero, y f'll Austria en ?ifarzo de 1908..:. y seguiría tocándola si vi– viera, porque seguirían pidiéndosela los públicos. Y simultá– neamente se encuentran en los programas de esa campaña á Mozart y á Schumann y á Beethoven y á Mendelsohn y á Schubert y á Bach. Si los clásicos fueron sus favoritos y sus programas lo de-

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